El número de víctimas de la matanza política en Filipinas asciende a 46
El Gobierno declara el estado de excepción y otorga más poderes a la policía
El Gobierno de Filipinas declaró ayer el estado de excepción en dos provincias del sur del país, en respuesta al peor crimen por rivalidades políticas que ha vivido el archipiélago en su historia reciente. La policía encontró ayer los cadáveres de otras 24 personas -la mayoría de ellos, en una fosa común-, lo que eleva el número total de víctimas a 46. Los fallecidos formaban parte de un convoy de partidarios de un político local y de periodistas, que fueron detenidos en un control policial, secuestrados y acribillados a balazos el lunes pasado. Algunas de las víctimas fueron decapitadas.
El grupo se dirigía a presentar la candidatura a gobernador de la provincia de Maguindanao de Esmael Mangudadatu, vicealcalde de una localidad de esa provincia, cuando fue interceptado por un centenar de hombres armados al servicio de Datu Andal Ampatuan, gobernador de la provincia hasta hace poco y jefe de una poderosa familia local, según afirmaron portavoces del Ejército.
Un hijo de Ampatuan es también candidato a gobernador en las elecciones nacionales y locales del próximo mes de mayo. Mangudadatu no formaba parte del convoy, en el que sí viajaban su mujer y dos hermanas, que fueron asesinadas.
La declaración del estado de excepción en Maguindanao y Sultan Kudarat otorga amplios poderes a la policía para llevar a cabo detenciones. El Gobierno ha asegurado que llegará hasta el final en la investigación. "No ahorraremos esfuerzos para dar justicia a las víctimas y que los autores respondan al máximo de lo que permite la ley", dijo la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, en la televisión.
Según cuatro testigos presenciales citados por Mangudadatu, la caravana fue detenida por pistoleros al servicio del clan familiar musulmán de los Ampatuan, algo que ha sido refrendado por el Ejército.
El jefe de policía de la provincia y otros tres oficiales han sido detenidos. Los tres últimos fueron vistos, según algunas informaciones, en compañía de los pistoleros y paramilitares que interceptaron al grupo en su camino a la oficina electoral.
El clan de los Ampatuan domina la vida política de Maguindanao, una provincia predominantemente musulmana de la isla de Mindanao lacerada por el separatismo islámico desde hace décadas. El patriarca familiar, Datu Andal Ampatuan, ha sido gobernador los últimos nueve años de forma intermitente y quiere que su hijo le suceda. La familia ha sido clave en la consecución de votos para la coalición Lakas-Kampi-CMD de la presidenta Arroyo en las últimas elecciones.
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