El principal sospechoso de la matanza en Filipinas dice que es inocente

Andal Ampatuan hijo, principal sospechoso de la matanza de 57 personas por rivalidades políticas el pasado lunes en la isla filipina de Mindanao, se ha entregado este jueves a las fuerzas de seguridad, pero aseguró que es inocente. Ampatuan, que es alcalde de una localidad en la provincia de Maguindanao, ha sido detenido, acusado de ser responsable del secuestro y asesinato a balazos y machetazos de un grupo de partidarios de un político local enemigo y de los periodistas que les acompañaban.

El grupo fue interceptado por un centenar de hombres armados en un control policial cuando se dirigía a presentar la candidatura de Esmael Mangudadatu a gobernador de la provincia en las elecciones convocadas para mayo del año que viene.

El detenido ha insistido en que no organizó los asesinatos en esta región del sur de Filipinas, en la que su familia ha sido la fuerza política dominante durante décadas. Andal Ampatuan padre ha sido gobernador hasta hace poco, pero quería que su hijo heredara el cargo. Mangudadatu, que no formaba parte del convoy cuando fue secuestrado, asegura, y así lo sospechan también responsables militares, que el clan enemigo ordenó los asesinatos para impedir que pudiera disputar el cargo. Entre los fallecidos se encuentran su mujer y dos hermanas, 22 periodistas, y al menos 10 personas que pasaban por la carretera y supuestamente fueron testigos del secuestro.

Manila ha enviado un contingente extra de 1.000 soldados a la región, que han tomado posiciones junto a los edificios y los principales pueblos controlados por el jerarca Ampatuan. Muchos de los miembros de la familia son alcaldes y ocupan otros altos cargos en la provincia.

La escala de las detenciones efectuadas en los últimos días da una idea del territorio sin ley en que se ha convertido Maguindanao. Más de 300 escoltas y paramilitares al servicio del clan Ampatuan han sido detenidos; cinco altos oficiales de la policía han sido trasladados a Manila para ser interrogados sobre su papel en la masacre, y todos los agentes de la ciudad de Ampatuan, que lleva el mismo nombre de la familia, han sido calificados de sospechosos.

El secretario del Interior de Maguindanao, Ronaldo Puno, informó de que ha sugerido a la presidenta del país, Gloria Macapagal Arroyo, que suspenda en el cargo a todos los altos cargos provinciales, y que investigue la posible responsabilidad de Ampatuan padre -aliado político de Arroyo- en la masacre, informa France Press.

Puno salió al paso de las críticas surgidas sobre la lentitud de los arrestos, y dijo que el Gobierno central no ha podido actuar más rápido porque la policía y otros miembros de las fuerzas de seguridad locales son sospechosos de ser leales al patriarca. El jefe de la policía nacional, Jesús Verzosa, dijo que pedirá al Gobierno que sustituya a la totalidad de la fuerza policial de Maguindanao. A pesar de los refuerzos enviados, las autoridades aseguran que la mayoría de los implicados en la matanza siguen huidos, principalmente en las áreas montañosas de la provincia.