Las cajas gallegas acuden a la cita de Feijóo con posturas irreconciliables

Llevará sus propios números, pero está dispuesto a negociar su postura. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quiere ser fiel a lo que él mismo se marcó la semana pasada -y pidió que hiciesen los demás-, sobre el futuro de las cajas de ahorros en la reunión que hoy celebra con sus máximos representantes. Pese a que se inclina por la integración de ambas, en el objetivo de buscar el consenso se pone un único un límite: si no hay fusión, sólo autorizará que establezcan alianzas externas con cajas más pequeñas.

Desde que se convocó el encuentro, el pasado jueves, las posturas de las entidades de ahorro no se han movido a pesar de que todos los focos se han girado hacia ellas. La de Caixanova la defenderá su presidente, Julio Fernández Gayoso, que acudirá al Parlamento (lugar del encuentro) con el mandato de su consejo de administración de rechazar una fusión con Caixa Galicia y priorizar la búsqueda de otras alternativas si el escenario económico lo aconseja. Su intención es transmitir que la caja del sur no tiene ninguna prisa para buscar un paraguas que mejore sus ratios de eficiencia y solvencia. Ese mensaje ha causado fuerte malestar en Caixa Galicia, que entiende que se transmite de forma implícita que ella sí lo necesita.

Caballero acusa al presidente de querer "deslocalizar" la caja viguesa

Del otro lado, José Luis Méndez cree que la fusión es la mejor alternativa a la tan temida pérdida de galleguidad de los recursos financieros de Galicia, y así lo ha hecho saber a su consejo. Es consciente de que el mayor tamaño de su caja juega a su favor en una hipotética integración y querrá transmitir una visión "de país". La suya es una opción coincidente con la alternativa que tiene en mente Núñez Feijóo y, al menos, con la que defienden BNG y CIG. Sin embargo, su plan B, (estudiar alianzas con cajas más grandes en los términos que marca el SIP, Sistema Institucional de Protección), no gusta a casi nadie.

En todo caso, la cita de hoy será la escenificación de que cualquier decisión tendrá que partir del acuerdo de dos personas concretas. Julio Fernández Gayoso es desde 2007 presidente de Caixanova tras 41 años como director general, el cargo que ostenta Méndez desde hace 28. No estarán presentes ni José Luis Pego, homólogo de Méndez, ni Mauro Varela, presidente al igual que Gayoso. Junto a Feijóo participará, previsiblemente, la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás como responsable última de la tutela de las cajas.

El lugar elegido para la entrevista, a la que sólo se ha autorizado la presencia de medios gráficos, ha sido el Parlamento gallego, y no el despacho en el Pazo Raxoi. Y no se trata de que el presidente quiera escenificar lo que dijo hace algunos días (que los responsables de las cajas se expliquen ante el pueblo gallego), sino porque se celebra un pleno parlamenario en el que Feijóo tiene que estar presente para votar. La Xunta no aclaró ayer en su convocatoria si tras el encuentro se realizará alguna declaración institucional.

Pese a que se supone una semana para la reflexión, los posicionamientos de un lado y del otro no dejan de sucederse. Ayer fue el alcalde de Vigo, que elevó el tono de su apuesta para evitar la fusión. "Caixanova tiene un proyecto autónomo, con capacidad para desarrollarse en Vigo a largo plazo", aseguró Abel Caballero a este diario, "y mantener no sólo la galleguidad, sino la sede en la ciudad industrial más importante del oeste español". "Nos opondremos a cualquier intento de torcer este proyecto", avisó. El socialista reprochó al presidente de la Xunta haber tomado una decisión, "sin conocer todos los datos", en referencia a un informe que maneja Caixanova sobre su viabilidad en solitario. "Si lo que pretende el presidente de la Xunta es deslocalizar Caixanova", concluyó retador, "tendrá que venir a Vigo y explicarlo", informa Daniel Salgado.

Desde Pontevedra ocurre todo lo contrario. El ayuntamiento anunció ayer que enviará a la Xunta y a las cajas un acuerdo en el que insta a las entidades a fusionarse. El Ejecutivo local exige que Pontevedra "no sea perjudicada" en el proceso por el que se opte, sea fusión o SIP, para definir el futuro de las cajas de ahorros gallegas.