ELA justifica su apoyo al convenio de funcionarios por su "contenido"
Prioriza la estabilidad laboral frente al aumento salarial en tiempos de crisis
ELA no ha dejado de ser ELA. El principal sindicato vasco sigue dispuesto a criticar con toda su artillería al Gobierno, pese al sorprendente apoyo que el miércoles brindó al convenio de los funcionarios, algo que no sucedía desde el año 2000. El secretario general de la central, Adolfo Muñoz, justificó ayer su firma por tratarse, dijo, de un acuerdo con "contenido", en referencia a la apuesta por la estabilidad laboral y contra la externalización de servicios a la que se ha comprometido el nuevo Ejecutivo socialista.
"Se nos ha acusado siempre de no querer negociar, pero hemos demostrado que estamos dispuestos a hacerlo cuando hay voluntad de hablar y discutir sobre contenidos", argumentó Muñoz, durante el octavo congreso que la federación del Metal de ELA celebró ayer en el BEC de Barakaldo. El compromiso para consolidar más de 12.000 empleos en la Administración vasca parece sustancia suficiente para el mayor sindicato de Euskadi. Más importante incluso que el exiguo aumento salarial pactado, muy cercano a la congelación.
La central define el pacto como puntual y mantiene sus críticas al Gobierno
Lo cierto es que el apoyo de ELA al convenio choca de frente con su postura en los nueve años precedentes. Una etapa marcada por la "inestabilidad" laboral y el empleo "precario", según la central, pese a que entonces era el PNV quien ocupaba Ajuria Enea. La excesiva confianza en su poder de influencia sobre el PNV y la falta de entendimiento con algunos de los cargos del partido y del Gobierno fue, precisamente, la barrera más difícil de salvar en anteriores negociaciones.
La situación ha cambiado. Pese a que mantiene su peso hegemónico, la central nacionalista está ahora ausente en organismos como el Consejo de Regulaciones Laborales, el Consejo Económico y Social y Hobetuz, y se ha autoexcluido también de la mesa de diálogo social entre el Ejecutivo, la patronal y los sindicatos CC OO y UGT. Quizá por ello no ha querido quedarse fuera de las nuevas comisiones que nacerán con el convenio de los funcionarios.
El secretario general de ELA, en cualquier caso, ratificó ayer que el acuerdo alcanzado con el Gobierno, suscrito también por Comisiones Obreras, no es más que un pacto puntual. De hecho, insistió en sus críticas al diálogo social impulsado por el Ejecutivo socialista de Patxi López, el cual definió como "un engaño" cuyo fin no es otro que "desactivar la reivindicación y lograr una involución en materia de autogobierno". Además, Muñoz censuró el funcionamiento de los demás organismos en los que no está presente su central y el "chantaje" financiero que conlleva su ausencia, al suponer una importante merma en la recaudación del sindicato.
En sentido inverso, la consejera de Función Pública, Idoia Mendia, celebró la adhesión de ELA y CC OO a un acuerdo "lleno de contenidos, con mucha sustancia, pese a que propone casi una congelación económica debido a la crisis". En la misma línea, la titular de Empleo, Gemma Zabaleta, llegó incluso a sopesar la incorporación de la central nacionalista a la mesa de diálogo social. Muñoz fue tajante en su respuesta al llamarla "maleducada" por otorgar capacidad de decisión a la minoría sindical y "no querer ni hablar" con ELA.
Cruces de acusaciones al margen, la adhesión de la central mayoritaria al convenio de los funcionarios ha sorprendido al resto de sindicatos. CC OO también ratificó anteayer el voto positivo que ya otorgó en 2005, mientras que todo apunta a que UGT hará lo propio hoy, tras elegir a la nueva ejecutiva de su federación de Servicios Públicos, pese a la existencia de pequeños flecos. Sólo LAB rechazará finalmente suscribir un documento que considera "muy similar" al de la anterior negociación y que "no representa avances".
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