Feijóo busca un pacto por una caja gallega

Diez días. Es el plazo que se ha dado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para convencer a partidos, sindicatos, organizaciones empresariales, pero sobre todo a los dirigentes de Caixa Galicia y Caixanova, de que lo que más conviene en el actual contexto económico y financiero es una fusión de las dos cajas de ahorro gallegas.

No hay más informes que cotejar. Después de dos meses analizando documentación sensible recabada en el Banco de España que el secreto bancario obliga a proteger, Feijóo ya tiene su diagnóstico. Pese a que en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta se negó a avanzar sus preferencias, todo apunta a que apuesta por una gran caja gallega, solvente y de mayor tamaño que pueda operar a medio y largo plazo en el nuevo mapa financiero que propicia todo tipo de alianzas en el sector. Por esa solución abogan además los informes de la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, quien ya avanzó en una entrevista a EL PAÍS su predilección por una caja única, el pasado 1 de noviembre. Fuentes próximas al presidente ratifican también la apuesta por la fusión.

"Voy a las reuniones a escuchar y espero reciprocidad", avisa el presidente

Guillerme Vázquez no ve otra salida que la unión de las dos entidades

Falta tal vez lo más difícil: convencer a Caixanova y desactivar el frente abierto en el sur de Galicia contra la integración de las dos cajas que une a la Cámara de Comercio de Vigo, al alcalde de la ciudad, el socialista Abel Caballero, y la Confederación de Empresarios de Pontevedra. El próximo martes, Feijóo sentará a la misma mesa al director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, y al presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, para buscar un acercamiento. El del presidente de la Xunta no es, en todo caso, un posicionamiento cerrado. Quien pretenda convencerle de otra solución alternativa deberá mostrar algo más que buena voluntad y esgrimir informes técnicos. Porque según admitió ayer, Feijóo acude a las reuniones a escuchar. "No cerraremos los ojos y las orejas, vamos a ver y escuchar. Si nosotros tenemos que cambiar nuestra aproximación, lo haremos, espero reciprocidad también de las demás partes después de analizar los datos puestos en común y sobre todo el actual marco financiero".

Tras verse con los responsables de las cajas, convocará también la semana próxima a los líderes del PSdeG, Manuel Vázquez, y del Bloque, Guillerme Vázquez. Por último verá a los sindicatos -UGT y Comisiones Obreras no se opondrán a la fusión siempre que se les tenga en cuenta en la planificación del personal-y a la Confederación de Empresarios. Todo en menos de diez días para buscar un gran pacto que garantice la pervivencia de las entidades gallegas en el medio y largo plazo. Un mensaje que el presidente se encargó de repetir ayer durante la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta. Pidió varias veces responsabilidad a todas las partes para lograr un doble objetivo: que Galicia permanezca en el mapa financiero con entidades solventes.

Admitió de paso que la posición de la Xunta no es fácil, pues la decisión definitiva compete a las cajas y la supervisión del proceso, al Banco de España. Pese a ello, Feijóo comprometió que, tras escuchar a todos los operadores, la Xunta hará publica su postura. "Si hay una posición conjunta, la comunicaremos todos juntos, si no, cada uno explicará la suya".

El portavoz nacional del BNG no quiso esperar al martes. Guillerme Vázquez no ve más salida al futuro de las cajas que una alianza interna entre ambas entidades. Con ese convencimiento afronta el encuentro de la próxima semana. Insistirá ante el presidente de la Xunta y el líder del PSdeG, Manuel Vázquez, en su tesis para "actuar políticamente y defender los intereses de este país". "Ahora hace falta que Feijóo exprese claramente su posición. Esperemos que no nos haya convocado sólo para escuchar nuestras propuestas, de sobra conocidas", aseguró ayer a este diario.

Desde las filas socialistas Manuel Vázquez evitó pronunciarse tras el anuncio de Feijóo. Antes, había explicitado su firme rechazo a una fusión de Caixa Galicia con Caja Mediterráneo y Caja Madrid, y a cualquier otra alianza que desplace el centro de decisión de las cajas de Galicia, informa Pablo Linde. Por lo visto ayer, en eso Vázquez está de acuerdo con el presidente gallego, quien negó presiones de su partido para apostar por esa fórmula. De hecho, fuentes de la Xunta sostienen que sólo autorizarían fusiones virtuales con cajas de otras comunidades si fuesen encabezadas por las entidades gallegas.

A la misma hora que Feijóo detallaba en Santiago su hoja de ruta, se fraguaba en A Coruña otro lobby, éste a favor de la integración de Caixa Galicia y Caixanova, comandado por el alcalde Javier Losada, el presidente de la Diputación y vicepresidente de Caixa Galicia, Salvador Fernández Moreda, el portavoz de la patronal gallega, Antonio Fontenla y el presidente de la Cámara de Comercio de A Coruña, José Antonio Quiroga, así como el representante del pequeño comercio herculino. Su carta de presentación fue un comunicado que firmó el propio Losada, tras recibir en su despacho al resto de representantes institucionales. La nota critica "la dejadez e inacción" de la Xunta sobre el futuro de las cajas: "Exigimos del presidente una posición clara, contundente y expresa que garantice la defensa de la independencia, social, financiera y decisoria",

La convocatoria "para analizar el posible proceso de fusión o colaboración de las cajas gallegas" se realizó el pasado martes. Pero no se hizo pública hasta, ayer, tras la reunión que se celebró en A Coruña mientras Feijóo lanzaba su mensaje en Santiago. Fue el alcalde coruñés el que difundió luego fotografías y una nota en la que urge al presidente gallego a mover ficha y definir su postura sobre la posibilidad de la fusión de ambas entidades. "Ante su inacción [la de la Xunta] los centros de decisión de las entidades financieras pueden situarse fuera de Galicia", advierte el regidor, quien añade: "Si esto sucede, los coruñeses tomaremos buena nota".