El PNV acusa de "arbitrariedad" a la presidenta del Parlamento

El pleno de control del Parlamento registró ayer una nueva protesta, del PNV, contra la actuación de la presidenta de la Cámara, Arantza Quiroga, que negó un turno por alusiones al grupo nacionalista. El incidente se produjo durante una interpelación del popular Leopoldo Barreda al consejero de Interior, Rodolfo Ares, sobre sus propósitos para el cumplimiento de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre la Ley de partidos.

Tanto Barreda como Ares se deslizaron en sus intervenciones hacia la crítica abierta al PNV por su participación en la manifestación del sábado pasado contra las detenciones de miembros de la formación ilegalizada. Ares la tachó de "grave equivocación" e insistió en que los peneuvistas caminaron junto a quienes siguen amparando el terrorismo. "Parece que no aprenden del pasado y hay quienes añoran la unidad nacionalista y les gustaría volver a Lizarra", dijo. Barreda, por su parte, dijo directamente que el PNV "le hizo el caldo gordo a Otegi" y que posibilitó con su presencia "una escena del viejo pasado del pacto de Lizarra".

Critica que aplica el "rodillo" contra los grupos que no apoyan al Ejecutivo

La negativa de la presidenta a la petición de un turno por alusiones, tras pedir reiteradamente que precisara la frase concreta a la que se acogía para pedirlo, provocó el enfado del los peneuvistas, que hicieron pública su denuncia en un comunicado. Quiroga dio "un nuevo ejemplo de la arbitrariedad con la que actúa de manera habitual", acusaron.

El reglamento de la Cámara prevé un turno de cinco minutos por alusiones si en el contexto de cualquier debate se produce "un juicio de valor o inexactitudes sobre la persona o la conducta de un parlamentario o parlamentaria", o sobre "el decoro y la dignidad de un grupo parlamentario". En este último supuesto habría encajado la reclamación del PNV, según su interpretación del reglamento. La presidenta no lo entendió así, les negó la palabra y les señaló el camino de la presentación de un escrito de queja. El PNV recordó roces anteriores, que en particular han denunciado Aralar y EA por no admitir a trámite de iniciativas de la oposición y concluyó que "la presidenta y sus socios del PSE están aplicando la lítica del rodillo a los grupos que no apoyan al actual Gobierno". El popular Leopoldo Barreda aconsejó a los peneuvistas que cesen en su "lloriqueo" y "cumplan el reglamento como los demás".