¿Rectificación trascendental?

Hace falta una embriagadora mezcla de osadía y ligereza para llegar a afirmar, como lo hace el profesor Pérez Royo en la columna que publica EL PAÍS el 17 de octubre, que la proposición de "blindar" las normas forales sobre temas fiscales constituye nada menos que "una rectificación en toda regla por parte del PNV" de su tradicional postura soberanista, que conllevaba el no reconocimiento de la Constitución española cono norma superior de organización del conjunto del Estado.

Dejando de lado otras flagrantes incongruencias de tan original interpretación, el profesor Pérez Royo tendría que explicar cómo, si así fuera, podría suceder que la petición nacionalista de blindar las normas de las diputaciones forales, concediéndoles el rango de lo que no son, llevase planteada ante el Congreso casi 20 años y, por tanto, haya coexistido con la filosofía de Lizarra, con el plan Ibarretxe y con el "derecho a decidir". Y es que, lejos de ser una "rectificación" de nada, la reclamación del "blindaje" de las normas forales (una cuestión muy técnica y oscura que casi nadie entiende y menos aún valora adecuadamente) es algo que el PNV lleva 20 años exigiendo.

Lo único nuevo del celebrado arreglo de la cuestión que acaba de anunciarse es el hecho de que casi todos los partidos vascos no nacionalistas (todos no, señor Pérez Royo, examine las actas antes de hablar de "unanimidad" con tanto desparpajo) han demostrado, una vez más, su seria incapacidad para crear un discurso autónomo sobre la especifidad constitucional vasca que no sea el del más puro seguidismo de la interpretación nacionalista. A esa incapacidad le llaman ahora "vasquismo" y supone tanto como otorgar a los nacionalistas la patente exclusiva para definir la llamada "identidad" vasca.

En este caso, se acepta alegremente establecer una interpretación que viola la Constitución española al tratar como "leyes" unas normas que no lo son (no lo digo yo, lo ha demostrado el profesor Solozábal), en lugar de hacer algo mucho más sencillo: elevar al rango de norma autonómica vasca las normas forales de las diputaciones provinciales. Pero esta solución irritaba al PNV, que la consideraba contraria a una mítica "foralidad" de la que es guardián e intérprete exclusivo. Así que, entre violar una foralidad soñada o violar la Constitución española, se ha optado por lo último porque, seamos serios, ¿cuál de los dos sistemas vale más? Evidentemente, el foralismo mítico y tradicional. ¿O no.