Seis fosas para encontrar a Lorca
La familia logra que la zona se declare cementerio para que los restos del poeta permanezcan allí - Los expertos detectan media docena de posibles ubicaciones
Los técnicos del Instituto Andaluz de Geofísica han señalado seis posibles fosas en el Parque Federico García Lorca de Alfacar (Granada) donde se supone que yacen los restos del poeta granadino junto a los del maestro Dióscoro Galindo, los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, el inspector de tributos Fermín Roldán y el restaurador Miguel Cobo. Son seis posibles emplazamientos para buscar unos restos que, si lo desean los familiares, podrán permanecer para siempre ahí, ya que la zona se ha declarado esta semana lugar "apto para el enterramiento", como habían pedido los descendientes de Lorca.
Los trabajos para la excavación y exhumación darán comienzo de forma inminente. "En seis o siete días", según la Junta de Andalucía. Primero, se excavarán cuatro posibles fosas y luego otras dos, según los resultados del estudio que detecta zonas "de interés" en función de movimientos y cambios de densidad del terreno. Los trabajos, y así lo recalcó la consejera de Justicia de Andalucía, Begoña Álvarez, persiguen identificar sólo a Galadí, Arcollas, Roldán y Cobo, porque es sobre los que hay peticiones para hacerlo. Todos los restos hallados serán individualizados pero la identificación con técnicas científicas, como el ADN, sólo se realizará en aquellos cuyos familiares lo han solicitado.
"Estamos felices de que vaya a ser un lugar sagrado", dice Laura García-Lorca
A priori, Lorca y Galindo no serán identificados, por lo que sus restos podrán permanecer para siempre en el parque, que ha sido declarado cementerio. El Ayuntamiento de Alfacar tomó la decisión esta semana. Los herederos de Lorca lo habían solicitado con anterioridad. Siempre han mostrado su oposición a que "se remuevan" los restos de su tío. Para ellos, que se declarara el lugar como cementerio lo "preservaría como un fiel sitio de memoria de las víctimas de la Guerra Civil".
"Estamos muy contentos, muy satisfechos con esta decisión", reconoció ayer a EL PAÍS la sobrina del poeta Laura García-Lorca. "Llevábamos mucho tiempo hablando de ello para que se reconociera como lugar sagrado, como el cementerio que es", precisó, al tiempo que vinculó la decisión final de la familia sobre los restos de su tío a la evolución del proceso que ahora empieza. En sus alegaciones a la Junta de Andalucía se reservaron el derecho a identificarlo, tras mostrar su preocupación sobre el posible paradero.
El protocolo de exhumación andaluz, publicado recientemente en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), establece que los restos de víctimas cuyos familiares no hayan pedido la identificación pero que se hayan exhumado, se trasladarían al cementerio municipal, lo que preocupó mucho a los sobrinos del poeta. Pero ahora que el terreno se ha declarado apto para el enterramiento, los restos podían permanecer donde están. Todos van a ser individualizados, pero su identificación "sólo dependerá de la familia", explicó ayer la consejera de Justicia del Gobierno andaluz, que insiste en el "respeto absoluto" a la voluntad de todos.
"Se han elegido estas fosas por su importancia para la memoria histórica, no porque unos muertos sean más importantes que otros, sino porque estos enterramientos tienen un interés ejemplar", argumentó la consejera tras la firma del convenio de colaboración que permite iniciar las labores de excavación y exhumación en este paraje. El convenio fue suscito ayer por la Junta, la Diputación de Granada, propietaria de los terrenos; el Ayuntamiento de Alfacar, la Universidad de Granada y la Asociación granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica.
El coste de las actuaciones de este convenio es de 70.772 euros que se financiará con una subvención especial otorgada por la Consejería de Justicia a la ARMH, que es a la que corresponde realizar las labores de excavación y exhumación. Su presidenta, Maribel Brenes, pidió ayer "un voto de confianza" a quienes les critican que se hayan centrado en esta fosa y alegó que no es cierto: "Desde 2003 estamos investigando y hemos elaborado el mapa de fosas".
En el acto de firma del convenio, al que asistieron familiares de Galadí y Roldán, la consejera andaluza defendió el papel de la Administración autonómica. Y resaltó que el de ayer es "un punto de partida" de una nueva etapa que se inició con la publicación del protocolo de exhumación andaluz. Asimismo, quiso destacar el "rigor y la seriedad" de los trabajos realizados por los técnicos del Instituto Andaluz de Geofísica, que ha dirigido José Antonio Peña.
200 metros cuadrados contra curiosos
Tras el convenio firmado ayer, lo primero ahora es cubrir el terreno con una enorme carpa (10 por 20 metros) contra curiosos. Cubrirá primero cuatro posibles fosas, las de "mayor interés", según la Junta, y se instalará la próxima semana. Los enterramientos detectados están a una profundidad de entre 0,60 y 1,80 metros.
Además de la carpa habrá una puerta, cerrada con llave para todos los que no formen parte del equipo técnico que asumirá las tareas de exhumación: un arqueólogo, un antropólogo, un forense, dos historiadores y un asesor de la Junta. Todos han firmado un contrato de confidencialidad.
El historiador Rafael Gil Bracero dirige la fase de investigaciones preliminares de la exhumación. El arqueólogo Francisco Carrión, codirector de las expediciones científicas de la Universidad de Granada a África (ahora mismo está en el Sáhara), la llevará a cabo. El forense José Antonio Lorente, autor de la identificación de los huesos de Cristóbal Colón, examinará los restos que salgan de estas fosas. Y la historiadora Maribel Brenes elaborará el informe final sobre los hallazgos.
Tendrán prohibido llevar móviles, cámaras o grabadoras. Sólo la Junta realizará una grabación "oficial" que distribuirá ante el hallazgo de restos siempre que su difusión "no afecte a la intimidad de algunas familias", según la consejera de justicia.
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