500 autobuses contra el aborto, rumbo a Madrid

Unos 500 autobuses, varios aviones que saldrán desde las islas y un "tren de la vida" navarro están listos para poner el sábado rumbo a Madrid. El destino es la manifestación contra la reforma de la ley del aborto que se celebrará a las cinco de la tarde y que pretende reunir en la capital a dos millones de personas. Los viajes organizados por la convocante Derecho a Vivir van a llevar a Madrid a unos 20.000 manifestantes. Además, la plataforma E-Cristians ha preparado desplazamientos desde Cataluña. Los encargados de leer los manifiestos finales serán Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia, y una portavoz de la asociación Mujeres contra el Aborto -en la que están, entre otras, las periodistas Isabel San Sebastián y Cristina López Schlichting-.

Durante las dos legislaturas del PP se interrumpieron 500.000 embarazos

La Conferencia Episcopal y el Partido Popular no forman parte de los convocantes ni participarán de forma oficial. Se pretende que sea un evento "civil", según las asociaciones que lo están organizando. Pero aunque los obispos más relevantes han anunciado que no asistirán -como los cardenales de Madrid, Antonio María Rouco Varela; el de Sevilla, Carlos Amigo; y el de Barcelona, Lluís Martínez Sistach- las pastorales no dejan lugar a dudas sobre el inequívoco, claro y profundo apoyo a la marcha.

Los populares, en contra de la reforma de la ley, también apoyan la manifestación. José María Aznar, ex presidente popular, acudirá junto con otros dirigentes del partido como Jaime Mayor Oreja y decenas de diputados. Cuando Aznar gobernaba, entre 1996 y 2004, el aborto estaba ya despenalizado en tres supuestos. Uno de ellos, el de grave riesgo para la salud física o psíquica de la embarazada -que se alega en el 97% de los casos-, no tiene ningún límite temporal. Aznar explicó en junio que durante su mandato respetó la ley vigente porque era una norma de consenso que mantenía la interrupción voluntaria del embarazo "como un delito, con alguna excepción" y no como un derecho. Dijo que, en su opinión, el aborto "no es ni será nunca un derecho" sino una "perversión" de derechos que supone "retroceder en el camino de la civilización".

Durante sus años como presidente se llevaron a cabo en España más de medio millón de abortos. Su Gobierno no sólo no impulsó ninguna reforma legal sino que tampoco promovió una práctica más restrictiva de este tipo de intervenciones.

Las asociaciones autodenominadas provida llevan meses preparando la convocatoria. Algunas de ellas reciben subvenciones públicas de distintas administraciones. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, concedió en 2008 un total de 53.789 euros a la Fundación Vida; 33.245 a Provida Alcalá; y 30.256 a la Comisión Madrileña para la Defensa de la Vida.