Defensores de derechos humanos desafían al líder checheno Kadírov
El dirigente lleva a juicio a la ONG Memorial por calumnias
El líder checheno Ramzán Kadírov intenta limpiar su imagen -ensombrecida por asesinatos, abusos y tropelías que permanecen impunes- con una querella por calumnias contra sus detractores, que comenzó a ser examinada ayer en un tribunal de Moscú. El demandado, Oleg Orlov, dirigente de Memorial (ONG de defensa de derechos humanos), reiteró ante una juez su acusación contra el presidente checheno, al que culpó de la muerte de Natalia Estimírova, la responsable de Memorial en Grozni, secuestrada y asesinada el 15 de julio.
Estimírova investigaba atrocidades presuntamente cometidas por los órganos de seguridad en Chechenia, entre ellas secuestros, un fusilamiento disuasivo para que los jóvenes no se sumen a la guerrilla, e incendios provocados de los domicilios de familiares de guerrilleros. En vísperas de su muerte, estaba asustada y consideraba la posibilidad de abandonar Chechenia, según declararon testigos del demandado.
El abogado de Kadírov, Andreí Karsnenkov, afirmó que su cliente se daría por satisfecho con una rectificación y renunciaría a la compensación de 10 millones de rublos (227.000 euros) pedida. Orlov no aceptó la propuesta y citó declaraciones atribuidas a Kadírov a favor del exterminio expeditivo de los guerrilleros y amenazas a los parientes de éstos. La exhortación a un asesinato "no tiene ninguna justificación", dijo Orlov, quien dijo considerar al checheno como culpable de la muerte de Estemírova en "un sentido social y político", por ser el máximo responsable de una república donde impera una "atmósfera de impunidad" y donde los defensores de derechos humanos se equiparan a "cómplices de los terroristas".
Al margen de la resolución judicial en este caso, los asuntos en los que el líder checheno ha sido involucrado son tantos que sólo la investigación de las pistas que llevan a él podría restablecer la confianza en la Justicia en Chechenia. Por ahora, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha dicho que Kadírov "no es tan mal chico como lo pintan".
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