Morales pide "socios, no dueños" para que inviertan en su país

El presidente de Bolivia, Evo Morales, invitó ayer a los empresarios españoles a invertir en su país, pero les advirtió: "Queremos socios, no dueños de nuestros recursos naturales, que respeten las normas bolivianas y que no vengan a hacer política o a conspirar contra el Gobierno".

Aunque excluyó expresamente a las compañías españolas, Morales acusó a empresas transnacionales, a las que no identificó, de haber financiado a la oposición y también de haberle ofrecido dinero para su campaña electoral. "Eso no va conmigo", dijo, tras asegurar que la corrupción es una herencia del pasado.

Morales tuvo una apretada agenda en su primera jornada de visita oficial en España. Desayunó con el presidente de Repsol-YPF, Antonio Brufau (que se propone invertir hasta 1.000 millones de dólares en el campo de gas de Margarita, tras haber solventado el contencioso sobre el pago de impuestos), almorzó con el coordinador general de IU, Cayo Lara (quien le prometió trabajar por la legalización de los bolivianos que residen irregularmente en España), y cenó en el Palacio Real, con el presidente del Gobierno y el Rey, quien previamente le concedió una audiencia con el ministro Moratinos, al que Morales se refirió en un lapsus como el "canciller de la República de España".

Morales ofreció a las empresas españolas participar en la explotación del litio -un mineral utilizado para la fabricación de baterías de ordenadores y, en el futuro, de coches eléctricos- del que Bolivia cuenta con una de las mayores reservas del mundo en el Salar de Uyuni.

Los empresarios españoles, con los que se reunió en el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, le pidieron que "refuerce las señales de seguridad y confianza para las inversiones a largo plazo". Fue lo mismo que le reclamó el Rey en el brindis de la cena oficial: "Unas reglas claras y una política económica despejada de incertidumbres". Justo lo que los inversores más echan en falta en Bolivia.