"¡Parad ya, asquerosos carrozas!"
El disco remasterizado de los Beatles incluye 13 pequeños documentales con diálogos, bromas y momentos deliciosos de las grabaciones inéditos
"¡Parad ya, pandilla de asquerosos carrozas!", se oye exclamar con suficiencia a John Lennon. Los Beatles están en el mítico estudio de Abbey Road, corre el año 1969 y es la última vez que los cuatro se meten a grabar juntos. La interjección de Lennon no es una reprimenda que anuncie la inminente y ulterior separación de la banda, no; es una simple broma de estudio que queda grabada al final de una toma de voz. Los 13 minidocumentales que acompañan el relanzamiento de la discografía completa de los cuatro de Liverpool están salpicados de pequeños diálogos y exclamaciones como ésta. Son el único material absolutamente inédito que contiene este mega lanzamiento. Fue precisamente al desempolvar las grabaciones originales de los Beatles para su remasterización -limpieza, depuración- cuando emergió esta pequeña colección de perlas: chistes, gritos, consejos, diálogos y momentazos de estudio que los cuatro vivieron con los cascos puestos y el micro captando el sonido ambiente.
"¡Tengo ampollas en los dedos!", grita desesperado Ringo en 'Helter skelter'
-"Baja el micro sobre el piano, que suenen golpes como de maracas, ya sabes, como sonaban los viejos pianos", dice John Lennon en plena grabación de A day in the life, gema de los beatles más experimentales alojada en el disco de su apoteosis creativa, Sgt. Peppers lonely hearts club band (1967).
EMI propuso hace cinco años a Apple Corps, es decir, a Paul, Ringo, Yoko Ono y Olivia Harrison, abordar la remasterización del catálogo. Eso implicaba reabrir los masters, las grabaciones originales. Ahí aparecieron estos deliciosos sobrantes diseminados en los 13 minidocumentales, que aportan pistas sobre el proceso creativo de cada elepé.
-"Perdón, la he cagado", confiesa John en una toma de una de las canciones de Abbey Road (1969).
-"Me alegro", responde Paul, "porque a mí me ha pasado lo mismo, pero no iba a decir nada".
-"¡Tengo ampollas en los dedos!", grita desesperado Ringo Starr al final de una toma del brutal Helter skelter.
Estos pequeños inéditos dotan de vida a los documentales, construidos con testimonios extraídos de viejas entrevistas al cuarteto de Liverpool y con los comentarios del productor George Martin, el hombre que canalizó el talento del cuarteto que definió las reglas del rock y el pop. "Yesterday, toma uno", se oye, y a continuación, Martin recuerda cómo llamaba Paul McCartney a su mítica canción Yesterday cuando aún no tenía letra: Scrambled egg -huevo revuelto-.
"Nuestra actitud estaba cambiando", cuenta Ringo Starr sobre la grabación de Rubber soul (1965), "estábamos creciendo un poco y creo que la hierba influía realmente en muchos de nuestros cambios, especialmente en los autores".
Los minidocumentales ponen de manifiesto cómo los patinazos de Ringo fueron una mina a la hora de bautizar canciones y discos: A hard days night, título del disco editado en 1964, nació de la peculiar manera de Ringo de explicar lo cansado que estaba tras una noche de juerga -un día de dura noche-; Tomorrow never knows -mañana nunca sabe- es otra de sus celebradas ocurrencias que acabó dando nombre a un tema de Revolver (1966), una de sus más notables y rompedoras entregas.
Se cierra hoy una semana de beatlemanía revivida en la que EMI, en plena era de las descargas, lanza una gigantesca operación promocional que sueña con demostrar que aún se pueden vender discos hoy. Una semana en la que se han podido escuchar incluso palabras de cariño entre Paul y Yoko, ahora que parece que vivos y herederos se ponen de acuerdo para darle brillo al catálogo. "Nos conocemos desde hace tanto tiempo", confesaba esta semana Yoko, hablando de Paul, en el diario norteamericano USA Today. "No somos extraños el uno para el otro. Tengo respeto por Paul. Era el colega de John".
Babelia
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