Los 'ultras' cargan contra Obama por la educación
Grupos conservadores acusan al presidente de adoctrinar a los jóvenes
Dentro de la campaña de críticas y descalificaciones que sufre Barack Obama, una iniciativa aparentemente tan inocente como un discurso a los chicos de las escuelas con motivo de la inauguración del nuevo curso, se ha convertido en una polémica mayúscula en la que varios grupos conservadores acusan al presidente de intentar adoctrinar a los jóvenes y piden boicotear su intervención.
El discurso está previsto hoy en un colegio de Arlington (Virginia). Algunas cadenas de televisión lo transmitirán en directo y aunque, por supuesto, es una opción voluntaria, numerosas escuelas tienen previsto ofrecerlo a sus alumnos.
El asunto ha sido considerado casus belli por varios grupos conservadores, con Focus on the Family a la cabeza, que consideran absolutamente fuera de lugar ese acto y piden a las escuelas que no lo emitan y a los padres que no envíen ese día a sus hijos a clase. Algunos distritos electorales han anunciado ya un respaldo al boicoteo, y el día de hoy ha acabado convirtiéndose, en definitiva, en un pulso más sobre la popularidad de Obama y la credibilidad de su Gobierno.
Polémica por el discurso que el dirigente pronuncia hoy en un colegio
"El Gobierno no tiene nada que decir sobre la educación de nuestros hijos. Punto", ha dicho el comentarista George Will resumiendo los argumentos más moderados. Otros, expuestos en programas de la cadena de televisión Fox o en algunos actos públicos ultras, afirman llanamente que este discurso es una etapa de la ruta hacia el bolchevismo en la que Obama ha embarcado a Estados Unidos.
Obviamente, las palabras de Obama -la Casa Blanca ya ha adelantado el discurso para evitar sospechas- serán sencillas y perfectamente asumibles por cualquier persona de bien. Se trata tan sólo de alentar a los muchachos a estudiar y a que, bajo ningún concepto, dejen el colegio.
La intervención está llena de frases como ésta: "En última instancia, podemos tener los profesores más dedicados, los padres más colaboradores y las mejores escuelas del mundo, y nada de eso servirá si cada uno de vosotros no cumple con sus responsabilidades".
Obama no es el primer presidente que se dirige a las escuelas. Ronald Reagan y George Bush padre lo hicieron también, y se recordará que el último George Bush estaba en un colegio cuando recibió la noticia de los atentados del 11 de septiembre, lógicamente en fechas de inicio de curso.
Se puede entender que la intromisión de un político en el ámbito escolar despierte algunas reticencias. Nadie pone en duda la necesidad de preservar las aulas de la batalla ideológica. En este caso, sin embargo, esas lógicas reservas aparecen viciadas por dos circunstancias relevantes. Por un lado, los republicanos observan con preocupación la enorme popularidad de Obama entre la población más joven, incluso aquella que todavía no tiene edad de votar. Además, este discurso es una gran ocasión de incrementar el ataque contra el presidente, ahora que parece tener abierta una ceja.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.