Disidentes cubanos apoyan a Juanes

Aunque el cantante colombiano Juanes quiere huir en Cuba de la política, su concierto Paz sin fronteras -convocado para el próximo 20 de septiembre en la Plaza de la Revolución de La Habana- adquiere cada día más carga extramusical. Las últimas adhesiones a la iniciativa así lo demuestran: nada menos que una treintena de prisioneros políticos cubanos miembros del grupo de los 75, que fueron condenados en 2003 a penas de hasta 28 años de prisión por su activismo de oposición al régimen cubano.

Desde la cárcel, acaban de expresar mediante un comunicado su apoyo al concierto, en el que ven "una gran oportunidad para avanzar en la reconciliación entre todos los cubanos".

"Declaramos que a pesar de las largas condenas, vejaciones y los sufrimientos infligidos injustamente a nosotros y nuestras familias, nuestros corazones no albergan resentimientos hacia quienes nos reprimen con crueldad", dice el comunicado. La adhesión de los opositores a Castro se suma a la de destacados disidentes cubanos, y pone de manifiesto hasta qué punto está enredado todo lo que concierne a Cuba.

Para estos presos es "el momento de mirar hacia el porvenir"

Si para el exilio duro de Miami organizar hoy un concierto en la isla -éste o cualquier otro- es cantarle a Fidel Castro y legitimar su régimen, para muchos cubanos, incluidos los presos, hay matices. "Cuando la situación nacional se agrava, precisamente se impone intensificar los esfuerzos para en un marco de concordia nacional alcanzar soluciones pacíficas y restañar las enormes heridas causadas a Cuba por más de 50 años de totalitarismo", precisa el comunicado.

El cartel del concierto promovido por Juanes está prácticamente cerrado. Del lado extranjero, junto al cantante colombiano, deben estar los españoles Miguel Bosé y Víctor Manuel, la puertorriqueña Olga Tañon, entre otros invitados. Del lado cubano, los protagonistas serán los cantautores Silvio Rodríguez, Amaury Perez y Carlos Varela, así como Juan Formell y su orquesta Van Van.

Seguramente habrá sorpresas de última hora en el escenario, que se ha montado en el mismo lugar de la Plaza de la Revolución donde el Papa Juan Pablo II oficio una histórica misa en el año 1998, con una escultura del Che Guevara a la derecha y una estatua de José Martí a la izquierda.

Se calcula que el concierto, de carácter gratuito, podrá ser presenciado por cientos de miles de cubanos. Un concierto que los presos políticos de la isla ya han hecho suyo, a pesar de que no estén presentes músicos del exilio críticos con el régimen cubano.

"Estamos conscientes de que este concierto es sólo un paso en nuestro objetivo de reconstruir la Patria, y nos duele que no puedan participar más artistas residentes en Cuba y en el exilio. Somos un solo pueblo. Sin embargo, por este camino se impondrá la racionalidad y en fecha no lejana podremos disfrutar juntos de la cultura y tradiciones nacionales", explican los presos políticos en el comunicado. Para ellos, es "el momento de mirar hacia el provenir".