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Reportaje:La agenda política de los líderes

Entre la alternativa y la persecución

Rajoy insiste en la estrategia defensiva con el 'caso Gürtel' mientras su equipo idea propuestas en educación y economía - El PP se acerca a los nacionalistas

Carlos E. Cué

Los dirigentes del PP más críticos con Mariano Rajoy empiezan a impacientarse. ¿Dónde está nuestra alternativa?, se preguntan en privado. "En este momento deberíamos sacar 20 puntos en las encuestas al PSOE, como David Cameron a Gordon Brown en Reino Unido", se queja uno de ellos. En el marianismo, sin embargo, insisten en que todo está controlado. Y señalan que este trimestre es muy importante. Así lo resume uno de los próximos al líder: "Los datos económicos van a ser terribles, hay que aprovechar las dificultades del Gobierno, cada vez con peor imagen. Y el debate político en torno a los Presupuestos y la subida de impuestos será muy intenso. Zapatero se va con la izquierda, nosotros estamos en esto con CiU y PNV, y ahí ganamos espacio e imagen de alternativa. Después llega la Presidencia europea y el debate se suavizará".

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Efectivamente, la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, ha preparado un regreso de vacaciones con varias iniciativas para marcar esa alternativa. De momento, el martes se debatirá en pleno una moción sobre un asunto central para el PP: la educación. España dobla la media europea en fracaso escolar. El texto, muy genérico, se concentra en la apuesta tradicional de este partido: los itinerarios para que no sigan en bachillerato quienes, por su perfil, deberían ir a Formación Profesional. El Gobierno también quiere reformas y habrá contactos entre los dos partidos muy probablemente esta semana.

Los populares preparan, por otro lado, una propuesta de gran reforma fiscal; pero no para subir algunos impuestos, como propone el PSOE ante la caída de ingresos, sino para bajarlos e incentivar aún más a quien invierta en investigación. Además, el PP presentará diversos planes de austeridad y recorte del gasto.

En paralelo al grupo parlamentario, el partido trabaja ya en el principal acto propagandístico del año: una convención política de tres días (16, 17 y 18 de octubre) donde se venderá la alternativa del PP. Y se celebrará, no por casualidad, en Barcelona. Rajoy está convencido de que perdió las últimas elecciones generales por el voto anti-PP especialmente en Cataluña, y ahora, con la sentencia del Estatuto a la vista, preocupa dar una imagen anticatalana. "El problema más grave va a ser para el PSOE y el PSC, pero nosotros, por si acaso, debemos ser exquisitos al tratar estos asuntos. Hay que evitar decir cosas como que el modelo de financiación es un traje a medida para Cataluña", aclaran fuentes del PP catalán.

Rajoy tiene además, según explican en su entorno, el ojo puesto en CiU, cuyo apoyo en el Congreso es clave no sólo para poner en aprietos al PSOE, sino sobre todo para ofrecer la imagen de que el PP no está solo, como en la anterior legislatura, y que podría gobernar con CiU y PNV en 2012.

La relación con los nacionalistas es el lugar al que conducen casi todos los caminos del PP. Fue este asunto el que dividió al partido y provocó la dimisión de María San Gil hace un año. Y ahora sigue siendo clave. Esta misma semana, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha decidido dejar de exigir al PSE que se una a ellos para echar al PNV de la Diputación de Álava. Fuentes del PP vasco insisten en que la decisión se ha tomado por criterios de política autonómica. "Esto es una isla", aseguran. Pero la consecuencia en la política nacional es que PP y PNV eliminan ese obstáculo en sus relaciones. Ahora, tanto PSOE como PP pueden cortejar a los nacionalistas en el Congreso.

"Y si toda esta estrategia está tan clara, ¿por qué Rajoy insiste en estirar la denuncia de las persecuciones que impide que llegue el otro mensaje?", se pregunta un dirigente escéptico. Según los marianistas, por dos razones: "La primera es defensiva. El caso Gürtel no ha acabado. Aunque creemos que irá mejor, y el tesorero, por ejemplo, no llegará ni a juicio, ahora con la persecución ya tenemos un discurso preparado para lo que pueda venir. Lo dijo Rajoy [el viernes en Valencia, con Francisco Camps]: 'si vuelven a las andadas, daremos la batalla y ganaremos". La otra razón es más compleja de explicar políticamente. Así la resume un dirigente: "Es algo que no nos interesa estratégicamente, pero hay una parte psicológica. Lo hemos pasado mal. Necesitamos, como partido, sacar algo de pecho, es una cuestión anímica. Y lanzar hacia adentro un mensaje de fortaleza. El enemigo exterior une mucho". Es Mariano Rajoy, dice su entorno, quien con más fuerza insiste en impulsar este contraataque.

Esas explicaciones no sirven para los críticos. Algunos están preocupados por el hecho de que se lleve la supuesta persecución hasta el Parlamento Europeo. "En Bruselas esto no lo van a tragar. Espero que se olviden de llevarlo. Allí son muy serios, y una cosa es pedir a nuestros socios solidaridad por un tema de la negociación con ETA, y otro hacerlo con una denuncia de corrupción que nos afecta". Otros dirigentes, por el contrario, señalan precedentes, con casos relacionados con el italiano Bettino Craxi y el francés François Mitterrand.

En cualquier caso, en el PP no se respira entusiasmo, aunque sí tranquilidad después de meses de enorme tensión. Se está instalando la idea de que la crisis acabará con Zapatero; y, además, la alternativa interna al liderazgo de Rajoy no existe en este momento. Así lo resume un marianista: "Lo más importante es que en los próximos meses el debate será hacia fuera, no hacia dentro. Las polémicas internas son ya muy limitadas, la guerra terminó con la victoria en las elecciones gallegas y europeas, y el caso Gürtel poco a poco se apaga. Al fin respiramos".

Mariano Rajoy, durante un acto público celebrado ayer en Tarazona (Zaragoza).
Mariano Rajoy, durante un acto público celebrado ayer en Tarazona (Zaragoza).EFE

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Sobre la firma

Carlos E. Cué
Es corresponsal político de EL PAÍS, encargado de la información del Gobierno y de los viajes del presidente. Antes fue corresponsal en Buenos Aires y está especializado en información política, siguiendo a distintos gobiernos y a varios partidos. Ex alumno del Liceo Italiano de Madrid, se licenció en Economía y cursó el máster de EL PAÍS.

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