Los parlamentarios votan a ciegas y en secreto

El procedimiento de tramitación y votación de los suplicatorios es uno de los más opacos de las Cortes, porque concluyen con una votación secreta y sin presencia de público ni medios de comunicación. En el caso de Luis Bárcenas y Jesús Merino lo será aún más porque la tramitación coincide con que los sumarios en el Tribunal Supremo y en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid están aún declarados secretos.

Es decir, los largos escritos remitidos por el Supremo al Congreso y al Senado recogen datos y hechos que son secretos. Por eso, el presidente del Congreso, José Bono, pactó con los portavoces y los miembros de la Mesa una insólita tramitación a ciegas. El presidente del Senado, Javier Rojo, ha seguido la misma línea. Los escritos están en las cajas fuertes de las Cámaras y se supone que nadie los ha visto. La Mesa del Congreso tramitó el suplicatorio hacia la Comisión del Estatuto del Diputado sin que nadie viera su contenido y sin comprobar siquiera si, por ejemplo, tiene defectos de forma. El próximo martes, la Comisión se reunirá como siempre a puerta cerrada y sólo si algún portavoz pide consultarlo se le permitirá leer el ejemplar único, sin que se hagan copias. Luego se comunicará a Merino el inicio de un plazo para presentar alegaciones, se elaborará un dictamen y se remitirá al Pleno para que se vote ya en octubre.

Cuando se vaya a tratar este asunto, se desalojará al público y a los medios de comunicación y se cortará la señal de imagen y sonido. En teoría si un portavoz pide la palabra puede abrirse un turno de palabra, pero no es previsible. Los diputados votarán sin saber lo que están votando porque sólo los portavoces de los grupos representados en la Comisión del Estatuto tendrán capacidad de consultar el escrito del Supremo, sin hacer copias y siempre en presencia del secretario de la Cámara.

En el Senado, el proceso del suplicatorio de Bárcenas se inicia el día 8 en la reunión de la Mesa. Al Senado ha llegado una carpeta de 550 folios, con una carta del Supremo, el acuerdo de la sala para pedirlo y el informe del fiscal. La mayor parte son actuaciones previas, entre ellas, informes de la Agencia Tributaria, declaraciones de Hacienda de Bárcenas y declaraciones de imputados en la causa que le afectan. Bárcenas forma parte de la Comisión de Suplicatorios, pero no está obligado a ausentarse.