Barroso propone un plan social para renovar su mandato al frente de la UE
El político portugués aspira a que su reelección se vote en el Parlamento el día 16
José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, aspira a un nuevo mandato de cinco años y para lograrlo presentó ayer su programa político, marcado por un fuerte acento social y ecológico para lograr el apoyo de la izquierda y los verdes del Parlamento Europeo. El documento presentado ayer señala: "Necesitamos renovar nuestra atención y centrarla en mucha mayor medida en la dimensión social de Europa, en todos los niveles de toma de decisiones".
Barroso cuenta ya con el apoyo de los 27 líderes europeos pero para su elección precisa del respaldo de la Eurocámara, donde sólo tiene asegurados los votos de su partido, el Partido Popular Europeo (PPE), los euroescépticos británicos y checos, la mitad de los liberales y los socialistas españoles y portugueses. Fuentes comunitarias indican que Barroso dispone ya de la mayoría simple de los diputados -mayoría de los presentes- que exige el Tratado de Niza, aún en vigor.
La candidatura cuenta con el apoyo de los 27 Gobiernos de la UE
Sin embargo, el candidato busca un apoyo más amplio de los liberales, cuyo grupo preside el ex primer ministro belga, Guy Verhofstadt, que aspiró a presidir la Comisión en 2004, y de los socialistas de varios países como Alemania y Reino Unido, que tomarán la decisión tras haber examinado la candidatura de Barroso la semana que viene. El líder de los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, ha planteado posponer la votación, inicialmente prevista para el próximo 16 de septiembre, hasta después del referéndum de Irlanda sobre el Tratado de Lisboa, el 2 de octubre.
Sin embargo, si entra en vigor el Tratado de Lisboa, la nueva Comisión que iniciaría su andadura a partir de noviembre deberá ser votada por el Parlamento con unos criterios más exigentes, como por mayoría absoluta de los diputados. Esto se ve como una contradicción porque, de aplicarse, el presidente sería elegido con menos exigencias que al conjunto de comisarios. Cohn-Bendit ha señalado esta disparidad y ha advertido de que está dispuesto a acudir al Tribunal de Luxemburgo para impugnar la votación.
El aspirante a presidente se someterá al examen de los grupos políticos los próximos días 8 y 9 de septiembre. El día 10 la conferencia de presidentes de los grupos parlamentarios deberá decidir si la votación de Barroso se celebra el próximo día 16. A su favor cuenta que es el único candidato que se ha presentado hasta ahora y que varias personalidades, como el nuevo presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, urgen su nombramiento para "organizar la lucha contra la crisis económica".
Las críticas a Barroso, aunque de distinta intensidad, agrupan a diputados de la izquierda, socialistas, verdes y liberales. Coinciden en que el actual presidente ha defendido las políticas liberales, ha sido poco receptivo a las críticas a la desregulación y lento a reaccionar ante la crisis. Quizá para contraponer estos reproches, en su propuesta Barroso pone el acento en su preocupación por los asuntos sociales, el empleo, la ética de los negocios y el medio ambiente. "La crisis que afrontamos no es meramente económica o financiera, es también una crisis de los valores imperantes en nuestras sociedades", dice el documento.
Para el presidente "es obvio que nuestra prioridad inmediata debe ser superar la demanda y frenar el aumento del desempleo". Para ello propone "aplicar con vigor el Programa Europeo de Recuperación Económica, mantener bajos los tipos de interés, garantizar el restablecimiento de la viabilidad de los bancos y utilizar nuestras normas sobre ayudas estatales para apoyar las medidas de revitalización económica". Barroso cree que "todavía es muy temprano para retirar las medidas de apoyo y estímulo a favor de la economía y el sector financiero". En su opinión, "en las actuales circunstancias, el empleo es la prioridad". Y considera que "es esencial utilizar todos los instrumentos posibles para evitar nuevas destrucciones de empleo y ayudar quienes ya han perdido su puesto de trabajo".
El documento presentado por el político portugués, de 52 páginas, sostiene que "Europa ha logrado desarrollar una economía social de mercado y un modelo de sociedad que supera la dicotomía destructiva de los mercados no regulados o los Estados excesivamente poderosos". Y precisa que "la historia y experiencia que compartimos no muestran la imposibilidad de invocar únicamente el mercado o únicamente el Estado para dar respuesta a los actuales desafíos". En este sentido "urge proceder a una reforma eficaz y responsable de los mercados financieros para que vuelvan a estar basados en los valores éticos esenciales para su legitimidad y sus perspectivas".
Las promesas del presidente de la Comisión
- Desempleo. El paro es el principal problema de la Unión Europea, según Durão Barroso. Por tanto, las inversiones han de destinarse a combatir el desempleo.
- Cambio climático. La UE debe mostrar su liderazgo en este apartado, modernizar la industria europea y tener una visión amplia que vaya más allá de los próximos cinco años.
- Energía. Una gran red eléctrica europea de alta tensión es prioritaria. También lo es la tarea de completar en los próximos cinco años el gasoducto Nabucco, que traerá el gas a Europa procedente del mar Caspio.
- Economía. Europa debe buscar la salida de la crisis con un sistema financiero más "ético, sólido y responsable". El sistema debe estar bien vigilado. Barroso también promete combatir el proteccionismo y fortalecer el mercado interior.
- Unión Europea. El presupuesto de la Unión Europea será menos opaco.
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