Las grúas tendrán que esperar

Si en los últimos años al escudo de Madrid se le hubiera añadido una grúa junto al oso y el madroño nadie se hubiera extrañado. Los esqueletos de hierro se adueñaron del paisaje madrileño. Barrios enteros estaban en construcción. Una actividad que llegó a representar más del 10% del PIB regional (ahora supone un 9%; un 10,4% en la economía nacional). Pero la cosa ha cambiado. Las grúas se han desvanecido y para paliar ese vacío las ciudades se han abierto en canal con el conocido plan E. La riqueza que genera el sector en Madrid ha menguado un 7% en el segundo trimestre.

La crisis ha despejado el horizonte de esa maraña de acero y ha lanzado un contundente coletazo al sector del ladrillo. El violento golpe ha dejado tras de sí un largo reguero de afectados: más de 40.000 trabajadores despedidos, un fuerte deterioro de las condiciones de trabajo -según CC OO-, medio centenar de empresas en quiebra, casi 50.000 pisos sin vender, brusca caída de los ingresos de las administraciones locales y regional por este concepto (cerca del 20% en dos años)...

Las ventas de pisos caen más del 20% a pesar de rebajas superiores al 11%

CC OO alerta sobre el deterioro de las condiciones de trabajo en el sector

"La situación es parecida en todo el país. Pero en Madrid hay dos diferencias: la economía regional depende menos de la construcción porque está más diversificada [mientras el empleo en la construcción representa un 10% del total en España, en la región un 9% trabaja en este sector] y, además, anticipa los efectos respecto al resto del país", desliza José Manuel Galindo, presidente de la patronal de promotores inmobiliarios, Asprima, quien augura que todavía habrá más recortes en la actividad.

Hay un dato que ilustra la situación: durante el pasado marzo sólo se iniciaron 194 viviendas en la región, un descenso del 93% respecto al mismo mes del año anterior, cuando se comenzaron a levantar 2.203 casas, según datos del Ministerio de Vivienda. Una brutal contracción en la construcción residencial. En Madrid hay 2.890.229 viviendas, según las estadísticas ministeriales. De ellas, cerca de 47.000 (nuevas o de segunda mano) esperan un comprador, desvela un informe de Asprima. "Es una bolsa muy importante que dificulta la recuperación", apunta Galindo. "El año que viene será difícil". Y es que la caída ha sido dura: brusca y profunda.

Uno de los problemas de la recuperación es que las ventas no despegan, a pesar de que los precios siguen cayendo tanto en obra nueva como en pisos usados. Cerca de un 11%, según las estadísticas del Ministerio de Vivienda. Los promotores creen que ha sido de un 20%. La tendencia sigue a la baja. Aún así, las compraventas siguen descendiendo. En junio se realizaron 8.049 transacciones, frente a las 10.125 realizadas un año antes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un retroceso del 20% desde 2008.

Otro problema que dificulta la mejoría es la parálisis financiera. Durante meses, bancos y cajas cerraron el grifo. Ni los compradores lograban el dinero para las hipotecas ni los promotores los préstamos necesarios para financiar sus obras. Un colapso que ha provocado que más de 65 empresas del sector se hayan acogido al concurso de acreedores. "Hasta hace tres o cuatro meses los bancos eran reacios a ampliar la financiación", indica Galindo. Empresas como Seop, Corman, Cubiertas Muñoz, DHO-Obrum o Tecomsa no han soportado las estrecheces. En el último año cerca de 40.000 empleados de la construcción han perdido el trabajo, según los datos del paro publicados ayer por el INE. En total, hay 72.542 parados en este sector en Madrid.

Ante este panorama algunos promotores han decidido detener sus obras a la espera de que escampe. En los nuevos barrios es fácil encontrar bloques de pisos a medio hacer. En la capital se han congelado urbanizaciones como Los Cerros, Los Ahijones y Los Berrocales, donde estaban proyectadas unas 55.000 viviendas. Otras urbanizaciones en Getafe y Alcorcón también se han ralentizado. "Algunas están a medio urbanizar. Se han llevado hasta las máquinas", cuenta un inspector que recorre las obras de la región en busca de irregularidades. A pesar de eso, en los primeros cinco meses del año se han terminado 19.500 viviendas. "Son las que se empezaron hace dos o tres años. Ahora el mercado va más lento", explica Galindo. "Aún no han aflorado todas las consecuencias de la crisis. Tienen que seguir destruyéndose empresas", apunta Julio Gil, director del máster de empresas inmobiliarias de la UNED.

La crisis en la construcción preocupa a los sindicatos. Gerardo de Gracia, responsable de CC OO, advierte sobre el deterioro de las condiciones de trabajo. "Se incumplen los convenios con mucha facilidad. Los trabajadores se ven obligados a alargar su jornada y ven cómo caen sus salarios", afirma. Asegura que en algunas obras de la ciudad se hacen jornadas de 11 horas diarias.

La situación podría ser más grave. El Plan E del Gobierno central ha servido de colchón para la caída del empleo. Las grúas para levantar urbanizaciones han dado paso a las zanjas en todos los municipios. El plan estatal ha inyectado más de 1.000 millones a los ayuntamientos que se han lanzado a ejecutar los proyectos planeados para toda la legislatura. Pero los consistorios y la administración regional sufren las estrecheces derivadas de la fuerte caída de sus ingresos provenientes del ladrillo. Los expertos aplazan la recuperación para dentro de unos meses. Mientras, las grúas tendrán que esperar.