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París y Madrid temen un ataque de ETA pese al golpe a "sus medios y proyectos"

Rubalcaba tras la cumbre antiterrorista: "Lamentablemente, la banda sigue viva"

"Tenemos un enemigo común que es ETA". Los ministros del Interior de España, Alfredo Pérez Rubalcaba, y Francia, Brice Hortefeux, lanzaron ayer este mensaje de unidad antiterrorista durante la cumbre que celebraron en París tras la vasta operación que ha permitido desmontar 13 zulos con armas y explosivos de ETA, "un golpe a los medios y proyectos" de la banda, según Hortefeux. No obstante, ambos guardaron prudencia. "ETA lamentablemente sigue viva", subrayó Rubalcaba. "La amenaza es real, muy real", remachó el ministro francés. Ambas afirmaciones rubrican el temor a que, pese a que se ha desbaratado una fuerte campaña etarra con bombas lapa, la banda prepare un ataque inminente de reacción al golpe recibido.

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El encuentro de ayer, más simbólico que de contenido práctico, era el primero entre ambos como titulares de Interior. Hortefeux reiteró el apoyo de París en la lucha antiterrorista y resaltó la gran importancia de la última operación contra ETA, todavía abierta y que se ha saldado de momento con la detención de tres presuntos etarras y el hallazgo de una docena de zulos en el sur de Francia. Ninguno de los dos descartaba un nuevo hallazgo. De hecho, ayer fue localizado el decimotercer zulo en Massague, con tres kilos de explosivo y ocho pistolas, además de casi 7.000 balas.

El desmantelamiento de los zulos -con casi una tonelada de explosivos y material criminal de todo tipo-, todos en el sureste del país, "priva a ETA de un verdadero arsenal", recalcó Hortefeux en conferencia de prensa conjunta con el ministro español, primer representante europeo al que recibe desde que asumió la cartera a finales de junio.

Sin embargo, Hortefeux añadió que los zulos señalan que la banda "estaba preparando más atentados", que "había iniciativas en curso" y que "la amenaza es real", como probaron los atentados contra la casa cuartel de Burgos y los de Mallorca de este verano. La operación, que empezó con la detención el 19 de agosto en los Alpes franceses de tres sospechosos de pertenecer al aparato logístico de la banda, "demuestra también lamentablemente que ETA está viva (...) y que su voluntad es seguir matando", dijo Rubalcaba.

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Ninguno de los dos ministros quiso confirmar el hallazgo en la madrugada de ayer de un nuevo escondite de la banda. Algunos medios lo anunciaron citando fuentes de la investigación, pero tanto Hortefeux como Rubalcaba señalaron que en los próximos días se podría "completar la lista" de los descubrimientos. Incluso algunos sin relación alguna con los detenidos.

Ambos titulares recordaron que la cooperación franco-española en materia de lucha antiterrorista lleva tiempo encauzada. Hortefeux mencionó, como ejemplo, la cumbre franco-española de abril en la que los presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Nicolas Sarkozy acordaron reforzar esta colaboración con la puesta en marcha de nuevas iniciativas, como el procedimiento de alerta recíproco de los servicios especializados. Sólo en lo que va de año se ha detenido en Francia a 25 presuntos etarras, por lo que son 172 los supuestos terroristas o colaboradores que se encuentran en las cárceles del país, 153 de ellos españoles, según el ministro francés.

Rubalcaba, quien felicitó en persona tras el encuentro a un grupo de agentes franceses responsables de la investigación antiterrorista (SDAT), agradeció de nuevo al país vecino su trabajo y la atención prestada a la lucha contra ETA. Dirigiéndose a los terroristas, el ministro reiteró la perseverancia de la actuación policial a ambos lados de los Pirineos: "Nuestra determinación es total. Pueden cambiar de método de trabajo, esconderse en zulos más grandes o más pequeños, ir al norte o al sur, pero las fuerzas de seguridad los van a seguir y a detener".

A la izquierda, el ministro francés del Interior, Brice Hortefeux, junto a su homólogo español, Alfredo Pérez Rubalcaba, ayer en París.
A la izquierda, el ministro francés del Interior, Brice Hortefeux, junto a su homólogo español, Alfredo Pérez Rubalcaba, ayer en París.AFP

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