Elecciones en Afganistán
Cinco días después del cierre de las urnas en Afganistán y en medio de gravísimas acusaciones de fraude, la Comisión Electoral Independiente (CEI) rompió ayer su silencio y anunció unos primeros resultados parciales basados en el escrutinio del 10% de los colegios.
Presos ridiculizados, forzados a llevar pañales, arrastrados por el suelo y lavados por soldados que utilizan cepillos de púas para abrasarles la piel. Detenidos que tienen que respirar el humo de un puro durante cinco minutos seguidos y aguantar altas temperaturas mientras se vierte agua caliente sobre su cuerpo durante 15 minutos.
La petición de responsabilidades no ha esperado ni siquiera a que se extingan las llamas. Mientras en los lugares del desastre aún humea el terreno y las ascuas tienen el tamaño de melones, llueven las acusaciones y se cruzan las descalificaciones políticas. El blanco de todas ellas es el debilitado Gobierno de Kostas Karamanlis, del centroderechista Nueva Democracia.
Si las elecciones generales alemanas se celebraran esta misma semana, la canciller Angela Merkel y su Unión Demócrata Cristiana (CDU) serían, sin duda, los ganadores. A 30 días de los comicios, los democristianos encabezan todas las encuestas.
La fiscalía iraní pidió ayer "el máximo castigo" para varios altos cargos del antiguo Gobierno del reformista Mohamed Jatamí en la cuarta vista oral del juicio masivo contra los acusados de instigar los disturbios poselectorales.