Rubalcaba dice que la imprecisión en los avisos de ETA impidió desalojar

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, atribuyó ayer a la imprecisión de ETA las dificultades que tuvo la policía para encontrar las tres bombas colocadas el domingo en pleno centro de Palma de Mallorca. "Fueron tres llamadas imposibles" afirmó el ministro, "en las que no se facilitó ni el nombre del restaurante ni las calles, ni las horas, ni dónde iban a estallar. El dispositivo policial se centró en que no hubiera heridos".

Rubalcaba aclaró algunos de los extremos sobre los que se ha especulado estos días pero no desveló ningún dato relevante sobre la marcha de las investigaciones. Trató de calmar al turismo, confirmó que Mallorca sigue "en máxima alerta" para evitar que ETA vuelva a actuar y prometió que los autores de los atentados pasarán "muchos, muchísimos años en las cárceles".

Sobre los autores de los atentados, el ministro subrayó que la "hipótesis más razonable" es que se trate de los mismos que colocaron la bomba lapa con la que asesinaron a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá en Calvià, pero "no se descarta nada". "Se está trabajando dentro de la isla, pero también fuera. Puede ser que estén o se hayan marchado, o que las bombas se hubieran puesto con anterioridad", resumió Rubalcaba.

El ministro explicó que Interior no tiene evidencias de que los seis individuos cuyas fotos se han distribuido participasen en los atentados, si bien saben que se trata de activistas huidos de sus domicilios "que pueden estar en España trabajando para ETA". Se han examinado todas las cámaras de seguridad de restaurantes y comercios de la zona donde colocaron las bombas, pero sobre el resultado el ministro dijo que no debía hablar.

Preguntado por la incidencia de los atentados en el turismo alemán y británico, Rubalcaba dijo que la gente "puede sentirse segura", a pesar de que aún puedan quedar dos o tres terroristas en Mallorca dispuestos a hacer una fechoría. Explicó que los últimos objetivos de los terroristas han sido las fuerzas de seguridad y un concejal socialista por lo que, en ese sentido, los turistas pueden estar tranquilos sobre que alguien quiera atentar contra ellos.

Cuatro bombas

El ministro confirmó que se trató de cuatro bombas en total y que la del bar Nica, atribuida inicialmente a un escape de gas, fue también de ETA. Los terroristas avisaron en tres llamadas al cuartel de bomberos de Calvià, a Radiotaxi Donosti y a un ciudadano de Córdoba que creyó que era una broma, aunque avisó a la policía. Las fuerzas de seguridad creen que el terrorista que avisó en esta última llamada se equivocó al marcar el número. Pero los que recibieron las llamadas no fueron capaces de entender el sitio, hora o número de bombas: "La policía no dispuso de información y no pudo localizar más que una bomba".

Rubalcaba reiteró que ETA actuará siempre que pueda y citó el caso de Burgos, en que "alguien enloquecido pudo causar decenas de muertos, entre ellos niños". Pero pronosticó que el final de ETA no será "dialogado", sino "policial y judicial" y que Batasuna nunca será legal "hasta que desaparezca ETA".