"No son cuentos chinos"

"Cuando va a dolerme más, Ángeles me dice: '¡Coge aire!', y en un segundo ya no noto nada". A. Ramírez confiesa que "tenía un poco de miedo" a las agujas, pero antes de dirigirse a su sesión de acupuntura, una vez a la semana, "se mentaliza y listos". Hoy asegura que desde la segunda sesión, cada vez le cuesta menos. Su terapeuta es Ángeles Erdozain, que ha estrenado el servicio de terapias naturales del Centro de Atención Primaria (CAP) de la Sagrada Familia de Barcelona. Este centro ofrece desde abril de este año tres servicios privados de terapias naturales: acupuntura, flores de Bach y homeopatía.

Las agujas de Erdozain miden hasta cinco centímetros y en cada sesión, de aproximadamente 20 minutos, utiliza entre 12 y 14. La clave de la acupuntura es, según la practicante, "desbloquear canales energéticos para facilitar la liberación de endorfinas", los analgésicos que produce el cuerpo. Por eso, la mayoría de los pacientes buscan aliviar el dolor, aunque Erdozain insiste en que ésta "es una medicina preventiva", cuya mejor ventaja es la poca existencia de efectos secundarios y sus escasas contraindicaciones. Algunos pacientes recurren a esta disciplina de origen oriental tras haber probado "de todo", dice la terapeuta, "y en pocas sesiones las agujas lo resuelven". Pero estos casos son excepcionales.

Cerca de la consulta de Erdozain se ofrece otra terapia. Lila Servent se ocupa de los tratamientos con flores de Bach, combinaciones de 38 esencias florales que afirman que pueden ayudar a resolver problemas emocionales y físicos.

Las entrevistas personales para determinar la combinación idónea para el paciente se acercan a una psicoterapia: "Durante una hora el paciente explica sus problemas actuales, pero también es importante la adolescencia y el tipo de infancia que tuvo", explica Servent.

Asegura que al poco tiempo de tomarlas, el paciente mejora de su afección, normalmente nervios, ansiedad, fobias o soledad, sin riesgos de contraindicaciones.