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Honduras suspende la visita de la OEA por la presencia de Insulza

Carlos S. Maldonado

El Gobierno interino de Honduras suspendió ayer la visita de una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) después de que el secretario general del organismo, el chileno José Miguel Insulza, decidiera incorporarse a la delegación, que tenía previsto llegar el martes a Tegucigalpa para buscar una salida a la crisis del país centroamericano.

La cancillería hondureña explicó que la misión, formada por los ministros de Exteriores de Argentina, Canadá, Costa Rica, Jamaica, México y República Dominicana, y dos altos funcionarios de la OEA, "no incluía al secretario general, en vista de su falta de objetividad, imparcialidad y profesionalismo en el ejercicio de sus funciones". "La intransigencia" de Insulza "de insistir en integrar él mismo la misión" y excluir a países a favor de reconsiderar la suspensión de Honduras en la OEA imposibilita "que se convenga la cita en la fecha prevista".

La organización interamericana excluyó a Honduras el pasado 4 de julio, tras una visita que Insulza hizo a Tegucigalpa para conocer las circunstancias del derrocamiento de Manuel Zelaya el 28 de junio. En esa ocasión, Insulza se negó a reunirse con las nuevas autoridades, encabezadas por Roberto Micheletti, designado por el Parlamento para sustituir a Zelaya. Después, en su informe ante la Asamblea General de la OEA, Insulza dijo que no existía "de parte del Gobierno de facto ninguna disposición a modificar la conducta asumida". Ayer, el Gobierno de Micheletti fue igual de contundente. Dijo que la posición de Insulza sobre la crisis hondureña "ha redundado en serios perjuicios para la democracia y la República de Honduras". Tegucigalpa está dispuesta a establecer una nueva fecha para la visita siempre y cuando Insulza no forme parte de la delegación.

El secretario de la OEA había dicho horas antes, en Washington, que la misión de cancilleres representaba la voz del organismo, y que no llegaría a Tegucigalpa a "dar órdenes", sino a dialogar sobre el Acuerdo de San José, auspiciado por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, que prevé la restitución de Zelaya bajo ciertas condiciones. Tegucigalpa pidió que la misión, impulsada por Arias, excluyera a los países aliados del venezolano Hugo Chávez, a quien consideran el eje del problema.

La crisis hondureña se ha convertido en una prueba de fuego para Insulza, que aspira a un segundo mandato de la OEA tras cinco años como secretario general. El rechazo de Tegucigalpa a la visita de la misión de la OEA no ayuda a la imagen de Insulza, cuestionado por su actuación en el conflicto. La negativa de Tegucigalpa significa, además, un retroceso en el proceso de negociación, que parecía avanzar con la decisión del Congreso hondureño de aprobar una amplia amnistía para Zelaya.

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Sobre la firma

Carlos S. Maldonado
Redactor de la edición América del diario EL PAÍS. Durante once años se encargó de la cobertura de Nicaragua, desde Managua. Ahora, en la redacción de Ciudad de México, cubre la actualidad de Centroamérica y temas de educación y medio ambiente.

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