Ares solemniza en el Parlamento que no habrá un final dialogado con ETA

El homenaje institucional que el Parlamento vasco rindió ayer a los dos agentes de la Guardia Civil asesinados por ETA en Mallorca el pasado jueves con una bomba lapa, Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salva, fue el escenario que eligió el consejero de Interior, Rodolfo Ares, para reafirmar de forma solemne que no va a haber un final de la violencia dialogado con ETA. Por si en Euskadi quedaba alguna duda después de que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtiese el domingo en Madrid de que los terroristas caerán "por la acción policial, de jueces y fiscales, por la cooperación internacional y por la unidad de los demócratas", Ares lo remachó ayer junto a las fotografías de ambos agentes que colgaban del monumento a las víctimas instalado en el exterior de la Cámara. "No hay ninguna posibilidad de un final dialogado con ETA", repitió el consejero hasta tres veces en un tono de advertencia destinado a los miembros de los comandos y a los presos que siguen confiando en salir de la cárcel antes del fin de sus condenas gracias a una negociación entre la banda y el Estado.

Dos guardias civiles dejaron la ofrenda ante las fotos de las últimas víctimas

La vicepresidenta primera del Gobierno central, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró desde Costa Rica en el mismo sentido que "ni hay ni habrá" negociación con ETA.

Ares se mostró especialmente contundente también para que el PP deje de especular con una eventual reapertura del diálogo. "No hay ninguna posibilidad de que ETA obtenga nada de la sociedad vasca ni española. El único camino que le queda por recorrer es el que le lleva a dejar definitivamente la actividad terrorista", enfatizó el consejero. Los representantes penuevistas presentes en el acto no comentaron después sus palabras.

La declaración de Ares cobró más fuerza rodeado como estaba de políticos y miembros de las Fuerzas de Seguridad que participaron en el homenaje a los dos asesinados, desde la lehendakari en funciones, Isabel Celaá, respaldada por otros tres consejeros, hasta el responsable de la Guardia Civil en el Pais Vasco, el general Miguel Castro; pasando por tres coroneles del instuto armado, dos jefes del Cuerpo Nacional de Policía y varios mandos de la Ertzaintza. A ellos se sumaron toda la Mesa del Parlamento, el presidente del PNV en Vizcaya, Andoni Ortuzar, y los hermanos del inspector Eduardo Puelles, asesinado el 19 de junio en Vizcaya.

El homenaje, al que no asistieron familiares de Sáenz de Tejada ni de Salva,comenzó cuando dos guardias civiles trasladaron la corona de flores y la colocaron entre las fotografías de los dos asesinados. En torno a un centenar de personas observaban desde fuera de la sede del Legislativo el acto mientras sonaban dos txistus interpretando el Agur Jaunak. Los agentes presentes saludaron con gesto marcial la imagen de sus compañeros. Es el quinto homenaje que ofrece la Cámara de Vitoria a las víctimas de ETA. Todos los portavoces pidieron que, de una vez, sea el último.