La familia de Uria mantiene vivo su recuerdo ocho meses después
Ocho meses después de que el constructor Inaxio Uria cayese abatido por las balas de ETA en Azpeitia, sus familiares y amigos mantienen viva la llama de su recuerdo. Casi un centenar de personas, entre allegados y representantes políticos, se concentraron ayer en el lugar donde falleció. La familia quiere seguir haciéndolo los días 3 de cada mes. Acudieron la presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Rafaela Romero; la diputada de Cultura, María Jesús Aranburu, y los alcaldes de Azpeitia, Julián Eizmendi, y Azkoitia, Asier Aranbarri, ambos del PNV. Por este partido también acudieron su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, y el senador Iñaki Anasagasti. Romero quiso recordar a las últimas víctimas de ETA, los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá.