El granizo deja en la calle a más de 2.000 temporeros

Las consecuencias de la violenta tormenta de piedra y viento que el sábado afectó a varias comarcas de Lleida serán mucho más graves que las de cualquiera de las múltiples granizadas que habitualmente afectan a la zona. Y es que además de haberse cobrado la vida de una persona -un vecino que cayó desde un cuarto piso cuando intentaba fijar una ventana-, más de 2.000 temporeros pueden quedar sin trabajo.

Así lo avanzó ayer el consejero de Agricultura, Joaquim Llena, que a modo de ejemplo explicó que sólo en la zona del municipio de Alcarràs, uno de los más afectados por la tormenta, habrá 700 personas que se quedarán sin trabajo. La cifra cuantificada por Unió de Pagesos, el sindicato agrario mayoritario, es más elevada que la de la Generalitat, ya que calcula que irán al paro el 40% de las cerca de 10.000 personas que están trabajando en la campaña de la fruta en la provincia; es decir, 4.000 trabajadores. Las estimaciones del sindicato de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) son similares a las del Departamento de Agricultura y apuntan a que habrá unos 2.500 temporeros afectados.

La de que las compañías aseguradoras periten los daños en las fincas, pero los temporeros ya conocen la gravedad de la situación. "Yo tengo ocho trabajadores y ya saben que los tendré que echar, porque el sábado ellos mismos ya vieron que en los árboles no quedó ninguna fruta para coger", explica Ismael Charles, un agricultor de Alcarràs. Otros propietarios de este municipio explican que mantendrán a alguno de sus trabajadores para acabar de coger las piezas, ya que, aunque están dañadas, deben arrancarse del árbol para evitar plagas.

Por el momento las calles de los municipios afectados están llenas de temporeros cruzados de brazos. Algunos alcaldes piden que se tomen medidas. Es el caso de Gonçal Serrate, alcalde de Corbins, que dice: "Alguien tiene que dar una salida a esta gente, no se pueden quedar rondando por los pueblos sin ingresos". Para analizar todas estas cuestiones, a propuesta de Serrate mañana se reunirán en su municipio los responsables de una veintena de ayuntamientos. "La intención es exigir a Agroseguro, que está participada por capital público, que no se ría de los agricultores y haga peritajes justos y rápidos", explica el alcalde. "También reclamaremos una salida a los payeses que han sufrido daños en los árboles y que a causa de ello han perdido la cosecha de este año y la del que viene", explica Serrate.

Tanto Unió de Pagesos como JARC insistieron ayer también en la necesidad de que Agroseguro perite los daños con la mayor celeridad posible para no perjudicar aún más a la campaña de la fruta y que se busquen ayudas para el sector. Está por ver qué forma adoptan esas ayudas. Algunos piden que sean subvenciones directas, otros que se avancen las ayudas de planes de mejora y reconversiones varietales ya concedidas. La mayoría coinciden en que los créditos blandos no son una solución para un sector que ya está muy hipotecado. Lo que está claro es que son muchos los agricultores que se están planteando dejar el campo. "Es muy triste ver como el trabajo de meses se estropea en una sola tarde", señalan.