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cocina para impostores

AVE (arroz veraniego exótico)

El veranito y el arroz. Qué entrañable pareja. Pocas cosas apetecen más, después de un día de playa o piscina que una duchita para quitarnos la sal, el cloro (y lo que fuera eso calentito que hemos sentido al nadar cerca de un niño) y zamparnos un buen plato de arroz con gambas. Porque un arroz veraniego debe tener gambas. Luego verduras y toda las zarandajas acompañantes que quieras. Pero ¿un arroz estival sin gambas? Eso será comida para perros, un engañaenfermos, una terapia para estómagos resentidos, un consuelo para la venganza de Moctezuma, pero no un arroz veraniego en condiciones, no señor. Además, las gambas deben tener una proporción justa y razonable en nuestro plato. Decía el emperador chino Chen-Nung (2.700 antes de Cristo) que la relación armónica, según el Tao, es de una gamba por grano de arroz. Los emperadores chinos siempre han tenido una cierta tendencia hacia la desmesura (véanse la muralla China y las uñarracas de Fu Manchú), pero no obstante es una referencia histórica no desdeñable. En cualquier caso mucho mejor que la de algunos chiringuitos, cuya proporción de gambas en el plato es la de las que se va a comer el dueño a nuestra salud, por vendernos a precios de marisco un arroz viudo teñido de amarillo, adornado con bigotes de crustáceo y chirlas vacías. Lo pilla Cheng-Nung y me lo capa. Al cero.

Ingredientes

  • 2 vasitos de arroz para microondas
  • 1/2 calabacín
  • 1 puerro
  • 2 dientes de ajo
  • 12 gambas (congeladas, por supuesto)
  • 1 bote de salsa Tika Masala
  • Salsa de tomate
  • Curry en polvo
  • Aceite
  • Sal

Instrucciones

1.

Ponemos el ajo picado en una sartén con un poco de aceite caliente, le dejamos coger un poquito de color y añadimos el calabacín y el puerro cortado en tiras. 

2.

Le damos unas vueltas (que quede con color pero crujientito) y añadimos un par de cucharadas de tomate frito (o crudo triturado). Dejamos que se haga un poco, abrimos en hueco entre las verduras y añadimos las gambas peladas y crudas. 

3.

Cuando se doren un poco, espolvoreamos con curry, le ponemos sal, mezclamos bien y agregamos el arroz, previamente descompactado para que nos quede suelto. Ahora todo es cuestión de ir removiendo para que el arroz se empape bien del sabor de la verdura y adquiera una consistencia adecuada, lo que sucederá en tres o cuatro minutos. 

4.

Servimos en el plato y adornamos con una cucharada de salsa Tika Masala. Un arroz rico, exótico como de por ahí lejos y rápido de hacer como el tren que le da nombre.

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