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Los fundadores de Uniland reconstruyen un grupo industrial con compras en EE UU

La familia Fradera impulsa sus inversiones tras dejar a tiempo el cemento

La familia Fradera, en su día fundadora de la cementera catalana Uniland y que dejó su empresa de toda la vida a tiempo para eludir la debacle inmobiliaria, está reconstruyendo un grupo empresarial. Pero esta vez no va a poner todos los huevos en la misma cesta, sino que basará su estrategia inversora en la diversificación. A través del holding Dos Mil Doscientos Uno, del que son accionistas Santiago Fradera Butsems, su mujer y sus cinco hijos, ha comprado tres importantes bocados en tres compañías industriales norteamericanas, cotizadas en Bolsa y valoradas en cerca de 270 millones de dólares.

En todos los casos, la adinerada familia catalana se convierte en segundo o tercer accionista y en el primer inversor no institucional. Se trata de VCA Antech Inc, una red de 435 clínicas de servicios veterinarios con sede en Los Ángeles, en cuyo capital, el pasado 5 de diciembre, Dos Mil Doscientos Uno pasó a controlar un 5,08%, valorado en 110,38 millones de dólares. Los ingresos de VCA Antech en 2008 ascendieron a 1.280 millones de dólares.

Sólo se conocía la inversión que el grupo catalán hizo en París en 2007

Casi dos meses más tarde, la sociedad se hizo con un 5,14% de Waste Connections, que en la Bolsa de Nueva York vale unos 107,63 millones de dólares y que ofrece servicios medioambientales a 23 estados de EE UU. En el primer trimestre, el grupo anunció unos ingresos totales de 262,7 millones de dólares (1.200 millones en 2008).

La tercera pica americana es, desde el pasado 7 de mayo, Black Hills Corporation, un grupo energético integrado verticalmente en cuyo accionariado los Fradera poseen un 5,49% de títulos, con un valor de 51,40 millones.

La familia no ha llamado a la puerta de los consejos de administración. "Primero se ha entrado sin esta presencia, que por cuestiones de regulación es un tema más complejo en Estados Unidos. Por ahora hemos aprovechado las juntas de accionistas para establecer un contacto directo con los equipos directivos. No se descarta que en el futuro puedan incrementarse estas participaciones", comenta Jean Marc Dieu, director general de Dos Mil Doscientos Uno. A través de esta misma firma, la familia controlaba sus acciones en la cementera Uniland.

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Dieu asegura que los Fradera quieren gestionar de forma activa sus participaciones y que su estrategia pasa por la diversificación: "Como inversores, buscamos tomar posiciones en compañías cuyo negocio sea fácilmente comprensible, con una estrategia clara de creación de valor y un equipo gestor sólido, para poder diversificar el patrimonio del grupo".

Hace tres años que se viene discutiendo qué hacer con el dinero percibido tras la venta de Uniland. La hemeroteca dice que en 2006 Portland Valderrivas (FCC) pagó 1.092 millones de euros por el 51% de la cementera catalana a las familias Fradera y Rumeu. Hasta ahora, la única inversión que había trascendido fue la efectuada por los Fradera en noviembre de 2007, cuando compraron un 5% de SIIC de París, la filial francesa de patrimonio de Realia, la inmobiliaria de FCC, por 35,9 millones de euros.

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