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Reportaje:Agenda

El escultor del cacao

Guillermo Xiu ha trabajado en Vitoria durante estos días en una figura realizada en un bloque de 150 kilos del popular producto maya

Hernán Cortés llegó a lo que hoy es México hace 490 años en busca de oro y descubrió que la verdadera joya era el cacao, en concreto el que se obtiene de los frutos del theobroma cacao, variedad única y escasa que sólo se cultiva en una pequeña zona de Chiapas. Allí reside la familia de Guillermo Xiu, el último miembro varón de uno de los linajes maya de más solera, un difusor de su cultura y del cacao y que el domingo concluyó en Vitoria la escultura que estuvo esculpiendo en este producto ancestral en el marco de la Feria de las Naciones.

Guillermo Xiu ha permanecido durante los últimos quince días en la capital alavesa difundiendo los valores de la base del chocolate, bebida que los mayas consideraban milagrosa. "Existen muchas variedades de theobroma (en griego, comida de dioses), como ya describió Linneo, algunas de ellas exportadas a otros lugares del mundo. Pero la mejor semilla es la que nace del theobroma cacao, que sólo se cultiva en un pequeño terreno de Chiapas, de 15 por 30 kilómetros, conocido como Soconusco, cuyos frutos se empleaban como monedas", explica mientras esculpe una mole de 150 kilos de cacao.

El artesano es antropólogo y elabora su propio chocolate, con un 30% de miel
Las esquirlas de la escultura fueron degustadas por el público

Pero el verdadero motivo de la presencia en Vitoria durante estos días de Xiu es la promoción de su tierra, una de las zonas más deprimidas de México. Antropólogo de profesión, Guilermo Xiu ha trabajado como guía para National Geographic y ha colaborado con Miguel de la Cuadra Salcedo en la Ruta Quetzal. "Ahora estamos preparando una iniciativa similar, pero de interés solidario, con el fin de construir una escuela en una de las comarcas más deprimidas de Chiapas", apunta.

La razón de esculpir una figura de cacao no es otra que la de llamar la atención de los vitorianos. "Pero también aprovecho para ofrecer una degustación de cacao puro con las esquirlas de la escultura". Un cacao que elabora una pequeña cooperativa de doce familias, la Red Orgánica Maya, con tradiciones de cultivo que se remontan 3.000 años atrás.

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Guillermo Xiu destaca las capacidades terapéuticas del cacao, "siempre que sea el verdadero theobroma cacao, que dejó de llegar a Europa hace doscientos años, cuando México consigue su independencia y se corta el suministro", recuerda. Su trabajo como asesor de la firma Chocolates Valor durante nueve años le ha permitido impulsar la Red Orgánica Maya y elaborar su propio chocolate, que lleva un 70% de cacao y un 30% de miel. Por cierto, esa miel la produce la abeja maya, sí la de los dibujos animados, que también poliniza las flores de los árboles de Soconusco. "Se trata de una abeja peculiar, que no tiene aguijón y sólo se encuentra en nuestra región", concluye el antropólogo mexicano convertido en artesano chocolatero.

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