El Gobierno reconducirá al terreno institucional la propuesta del PNV

La propuesta de acuerdo global para la estabilidad presupuestaria e institucional del PNV tiene un campo natural de juego, en opinión del Gobierno: las instituciones, y, en concreto, el Parlamento, las Juntas Generales y los ayuntamientos, donde cada equipo de gobierno deberá sacar adelante sus respectivos presupuestos. En esa línea, el Gobierno y el PSE reconducirán al terreno del diálogo institucional en esos foros la propuesta con la que les sorprendió la semana pasada el PNV, y que el dirigente Andoni Ortuzar puso como ejemplo de lo que su partido entiende como "gobernar desde la oposición".

La reunión a la que el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, ha convocado a las tres diputaciones y a Eudel para el lunes es la primera acción reveladora: el Ejecutivo no va dejar que, ni siquiera en las apariencias, el PNV le arrebate la iniciativa en la actuación contra la crisis: la discusión sobre previsiones, medidas o acuerdos se hará en el ámbito de las instituciones que tienen la responsabilidad y los recursos para hacerle frente, y bajo el liderazgo del lehendakari. Esta actuación "deja en evidencia que no es el PNV el que tiene la iniciativa política, que esta le corresponde siempre al Gobierno, por mucho que se empeñe en lo contrario", señaló ayer el portavoz socialista, José Antonio Pastor.

Pastor: "La iniciativa política no es del PNV, sino del Gobierno"

Aguirre recibió el visto bueno a su iniciativa en el Consejo de Gobierno del martes y después envió las cartas a las que los tres diputados generales. El Gobierno se negó ayer a polemizar con ellos. Un portavoz señaló que "lo importante para una reunión de trabajo es que quienes acudan tengan conocimientos y capacidad de resolución". Las fuentes consultadas basan además la reclamación de liderazgo institucional en la afirmación de que el pacto que ahora plantea el PNV ya se apuntaba en el acuerdo de bases firmado por PSE y PP, y que también lo propuso el lehendakari en su investidura con el ofrecimiento de "mano tendida". El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, respondió entonces que la mano de López estaba "sudada" por haber estrechado antes la del PP.

El trasfondo político está en la reubicación del PNV y su necesidad de hacerse visible, más allá de su representación institucional. Al PSE todavía le ofrece dudas el alcance de la propuesta y si ésta es un movimiento táctico en busca de una imagen de liderazgo, o responde a una reconsideración real del modo de abordar la oposición que el PNV ha mostrado desde que perdió el poder. A la cita con ese partido acudirán sus dirigentes con la intención de evaluar el calado real del ofrecimiento y con una primera pregunta, de cuya respuesta depende lo demás: "si tras el ofrecimiento de acuerdo hay una estrategia de futuro". Al PSE le inclina a pensar que sí la preocupación que le consta que el mundo empresarial ha trasladado al PNV respecto de sus primeras actuaciones en la oposición. Pero le inclina a lo contrario la rapidez de un cambio "operado en 24 horas". La propuesta no ha pasado todavía, que se sepa, el cedazo de la Asamblea Nacional.

El presidente del PP, Antonio Basagoiti aprovechó el "plantón" de los diputados generales para afianzar la postura de su partido de desplazar al PNV de la Diputación de Álava con una moción de censura. Las diputaciones están "en una actitud de boicot al Gobierno vasco y de poner impedimentos al cambio político, que debería llegar a todas las instituciones", señaló Basagoiti llevando el agua su molino. En este sentido, recomendó al consejero de Hacienda que llame para deshacer el enredo a Txarli Prieto, el secretario general del PSE alavés, por ser el "máximo valedor" de que el PNV gobierne su Diputación.