Unicaja y Caja de Jaén se fusionan y abren la puerta a Cajasur
Medel y Arcos Moya acuerdan la integración sin recurrir a las ayudas públicas
El camino hacia una gran caja de Andalucía dio ayer el primer paso. Unicaja y Caja de Jaén, la más grande y la más pequeña del sistema financiero de la comunidad, anunciaron la fusión de ambas entidades mediante la creación de una nueva institución y sin recurrir a las ayudas públicas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). La integración deja la puerta abierta a la incorporación de otras cajas, aunque es con Cajasur con quien se negocia más intensamente.
Al crearse una nueva entidad, técnicamente no puede considerarse una fusión por absorción, aunque en la práctica así lo sea por la enorme diferencia entre una y otra caja. Este hecho permitirá, con casi toda seguridad, la continuidad en la presidencia de Braulio Medel, cuyo mandato al frente de Unicaja expiraba en los próximos meses.
Las dos cajas conservarán un tiempo sus marcas comerciales
La nueva entidad nacerá con un volumen de negocio de 50.000 millones
Los presidentes de Unicaja y Caja de Jaén, Braulio Medel y José Antonio Arcos Moya, respectivamente, anticiparon ayer la fusión mediante un comunicado en el que anuncian que elevarán en los próximos días a sus consejos de administración esta propuesta, un trámite que no debe encontrar grandes obstáculos.
La nueva entidad nacería con un volumen de negocio aproximado superior a los 50.000 millones de euros, sumaría 972 sucursales y 6.105 empleados, más del 90% aportados por Unicaja.
Las dos entidades recalcaron que su unión se plantea como una operación privada, sin recurso a ningún tipo de apoyo financiero externo, lo que supone una renuncia expresa al FROB, que entró en vigor la semana pasada y está dotado con 9.000 millones con el objetivo de gestionar los procesos de reestructuración de entidades de crédito.
La renuncia a este fondo la justifican "desde el mutuo convencimiento de que es la fórmula más adecuada, ante los retos presentes y futuros, para servir mejor a las necesidades económicas y sociales de sus territorios, a las demandas de sus clientes y empresas y a los legítimos intereses de sus empleados". Fuentes de Unicaja subrayaron que esta renuncia demuestra que se pueden hacer fusiones sin recurrir a las ayudas públicas.
Además, tanto Unicaja como Caja de Jaén dejan claro su voluntad de sumar nuevos socios. "Esta propuesta de convenio de integración quedaría abierta a la inmediata incorporación de otra(s) caja(s) que así lo deseara(n)", reza el comunicado. Fuentes de Unicaja destacaron que el paso dado ayer no "impide" otras incorporaciones. Y el candidato más firme es Cajasur, la entidad cordobesa fundada por la Iglesia católica, que puede unirse al proyecto y hacer una fusión a tres bandas. Más complicada, aunque no imposible, es la posibilidad de que CajaGranada pueda unirse a esta integración.
El acuerdo prevé que se mantendrían las obras sociales de las dos cajas, así como, al menos por un periodo aún no determinado, las marcas comerciales respectivas de cada una de ellas. Éstas eran algunas de las exigencias que esgrimió el presidente de Caja de Jaén, José Antonio Arcos, para la fusión, que cuenta con el visto bueno del Banco de España.
Unicaja se creó en 1991 a partir de la fusión de las cajas de ahorros de Ronda, Cádiz, Almería, Málaga y Antequera. Por su parte, la Caja de Jaén, creada en 1982 por el impulso de la Diputación Provincial, ha estado varias veces en el punto de mira de otras entidades andaluces para su fusión por absorción, especialmente Unicaja y Caja Granada.
En el comunicado ambos presidentes subrayan: "La voluntad de ambas cajas mediante este acuerdo de fusión es desarrollar, desde una entidad andaluza, el liderazgo del sistema financiero de nuestra comunidad autónoma, y consolidar una destacada presencia fuera de la misma".
El anuncio de la fusión fue saludado por el Gobierno andaluz, los partidos y los sindicatos. La consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, hizo hincapié en que es un movimiento "inteligente".
