La UE amenaza con paralizar las obras del Segarra-Garrigues

La Comisión Europea se plantea pedir al Tribunal de Justicia de la UE la paralización de las obras del canal Segarra-Garrigues ante la falta de colaboración de las autoridades españolas y por el peligro de que los trabajos de la infraestructura causen daños medioambientales irremediables. Fuentes de la Comisión consideran que la inauguración, el domingo pasado, de un tramo del canal es "más que una bofetada", después de que la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, se comprometiera a retrasar el plan para ajustarlo a las exigencias comunitarias.

El Ejecutivo comunitario se siente burlado por la evolución del caso y por el ninguneo a que los responsables políticos del proyecto someten a la UE. Las objeciones técnicas que plantea Bruselas son dos: la definición de las zonas de especial protección para aves (conocidas como ZEPA) está sin concluir y el conjunto del proyecto no tiene declaración de impacto ambiental.

Recuerdan que ya en diciembre de 2007 el tribunal condenó a España por la autorización del Segarra-Garrigues tras dejar sentado que el proyecto incumplía la directiva sobre protección de aves. Los responsables autonómicos hicieron caso omiso de la sentencia y el pasado diciembre Bruselas comunicó a España que seguía sin noticias y que el flagrante desacato auguraba un nuevo choque. "Ahora, seis meses después, sigue faltando información sobre la obra, sobre el calendario de ejecución, sobre impacto ambiental, sobre las medidas tomadas o que vayan a adoptarse...", apunta la portavoz de Medio Ambiente, Barbara Helfferich.

La ministra Espinosa deberá dar explicaciones el lunes al comisario de Medio Ambiente, Satvros Dimas, sobre la cadena de incumplimientos y es probable que en su reunión del día 22 el Ejecutivo comunitario remita un dictamen motivado (segundo y último paso del procedimiento de infracción) en el que dará a España dos meses para ofrecer una respuesta satisfactoria.