España y la UE reclaman que se restituya la legalidad

El Gobierno español, todas las formaciones políticas y la Unión Europea condenaron ayer el golpe militar de Honduras y pidieron que se restituya la legalidad en el país centroamericano. El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó ayer su "más enérgica" condena por la detención y expulsión "ilegal" del presidente de Honduras, Manuel Zelaya. Zapatero exigió la "inmediata" reposición en el cargo para el que fue democráticamente elegido.

Zapatero consideró "inaceptable" que, por la vía de hechos consumados, se altere el orden constitucional y la estabilidad democrática de Honduras, y recordó que no hay ni puede haber solución a la crisis "fuera del marco constitucional de aquel país".

"He informado a mis colegas, al conocer la noticia de que el presidente constitucional Zelaya había sido detenido por las Fuerzas Armadas hondureñas y la UE va a condenar sin paliativos este golpe militar", declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, tras una reunión con sus homólogos europeos en Corfú (Grecia).

El Partido Popular también condenó de forma "tajante" el "injustificable" golpe y ha exigido, según Gustavo de Arístegui, que se restablezca el orden constitucional de manera "inmediata". El portavoz de Exteriores del PP señaló que el orden institucional ha sido subvertido en Honduras por las Fuerzas Armadas, que deben "reconocer su sumisión al poder civil".

Por su parte, la portavoz de Exteriores del PSOE, Elena Valenciano, se comprometió, en nombre de su partido, a solicitar de la comunidad internacional un "firme compromiso con Honduras" y ha añadido que "el tiempo de los golpes militares en Centroamérica ha acabado".