Montilla descarta un frente con CiU para forzar la financiación

Fue imposible con el Estatuto y tampoco lo habrá para la financiación. El presidente de la Generalitat, José Montilla, descartó ayer terminantemente cualquier frente común con Convergència i Unió para forzar al Gobierno central a cerrar un acuerdo para la financiación de Cataluña. Las ansias de CiU para que todos los partidos catalanes castiguen al PSOE en el Congreso recibieron un jarro de agua fría. "Yo prefiero contar con mis amigos [del PSOE] aunque a veces me pelee con ellos", dijo el presidente.

Montilla utilizó la sesión de control de ayer en el Parlament para seguir allanando el camino con vistas a lograr un pacto de financiación en línea con lo acordado por su partido, el PSC. El presidente de la Generalitat insistió en que todavía no hay acuerdo, pero mantiene que las posiciones se acercan y que en algún momento habrá pacto. Por eso pidió a sus socios de Esquerra Republicana e Iniciativa-Esquerra Unida que mantengan la confianza en sus gestiones y que no escuchen los cantos de sirena de CiU.

Griñán exige que el acuerdo no rompa el "principio de igualdad"

La petición no estuvo de más. En sus intervenciones, Joan Puigcercós (ERC) y Jordi Miralles (ICV-EUiA) mostraron tales reticencias sobre el proceso negociador que casi se alinearon con la oposición. Puigcercós, siguiendo con su línea de distanciamiento del PSC, exigió transparencia y pidió a Montilla que sea consciente de que sus gestiones son "un reto histórico" para Cataluña. Miralles calificó los compromisos de Zapatero de financiación de papel mojado. "Sonrisas, titulares y promesas", resumió.

El líder de CiU, Artur Mas, intentó sacar tajada de las dudas internas del tripartito. Dijo estar "sorprendido" porque mientras Miquel Iceta (PSC) prometió el lunes un acuerdo "megaespectacular", sus socios expresaron ayer su desconfianza.

A partir de aquí el debate entre Montilla y Mas fue bronco. El jefe de la oposición reprochó a Montilla el déficit de 4.800 millones que registró la Generalitat en 2008 y Montilla le echó en cara la escasez de inversiones del Gobierno en Cataluña mientras el PP gobernaba con el apoyo de CiU. "Todo habría sido diferente si usted hubiese sido tan exigente con José María Aznar como lo es con este Gobierno", dijo el presidente.

El debate de la financiación autonómica también centró parte del pleno del Congreso. A pregunta de Joan Ridao (ERC), la vicepresidenta económica, Elena Salgado, confirmó que la propuesta de fondos adicionales que maneja el Gobierno central para el nuevo sistema de financiación es de 9.000 millones de euros, aunque matizó que no se trata de una cifra cerrada. "Es una estimación de la que hablé a la hora de explicar el déficit del Estado", indicó Salgado, quien recalcó: "es evidente que la negociación continúa" y que mantenía "la esperanza de alcanzar un excelente acuerdo para todas las comunidades".

El nuevo modelo de financiación no estaba en el orden del día del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que se reunió ayer para debatir el objetivo de estabilidad presupuestaria de las comunidades. Pero sí capitalizó las preguntas en la conferencia de prensa posterior. Salgado aseguró que se convocará otra sesión de CPFF antes del 15 de julio, último plazo que se ha impuesto el Gobierno central para cerrar el acuerdo. La vicepresidenta económica añadió que, tras una intervención del vicepresidente valenciano, Gerardo Camps, había aclarado a los consejeros autonómicos que no era necesario el respaldo de todas las comunidades para que el nuevo sistema salga adelante.

"No hay derecho de veto", recordó Salgado. El compromiso del presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que el nuevo sistema permitirá a Cataluña recibir más recursos por habitante que la media nacional fue recibido con recelo por otros dirigentes autonómicos. "El principio de igualdad es esencial para la Junta de Andalucía", advirtió el presidente andaluz, José Antonio Griñán (PSOE).