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López rinde tributo a la Ertzaintza como "garantía del autogobierno y la libertad"

Partidos e instituciones se vuelcan en el homenaje a los 'ertzainas' asesinados

Alguien dijo ayer que las cuatro gotas de lluvia que cayeron sobre Arkaute eran "lágrimas de ertzainas" asesinados por ETA. Sonó algo exagerado, pero los familiares de los 15 miembros de la Ertzaintza abatidos por la organización terrorista agradecieron con toda su alma el homenaje tributado en la Academia de la Policía Vasca por el Gobierno, con el lehendakari, Patxi López a la cabeza.

La nueva cúpula policial -ayer de gala- y los representantes sindicales de los 8.000 ertzainas y de los partidos presentes en el acto pusieron en valor dos de las reflexiones de López en su discurso: su apoyo explícito a los agentes, "objetivo prioritario" de la banda, al igual que el Gobierno autónomo -"ETA os amenaza porque vosotros sois la garantía de la legalidad estatutaria, de nuestro autogobierno y de nuestra libertad", recalcó López- y su decisión, ya avanzada en su discurso de investidura, de dotar de todos los medios necesarios a la Ertzaintza. "Pondremos, no tengáis la menor duda, los medios necesarios para hacer más eficaz vuestra labor y para garantizaros la mejor seguridad", subrayó el lehendakari.

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Discurso del 'lehendakari'

El homenaje llegó a su momento más emotivo cuando López fue nombrando uno a uno a los 15 agentes o mandos de la Ertzaintza asesinados por ETA en la historia del cuerpo policial, cuya primera promoción salió de la academia el 7 de febrero de 1982, desde el superintendente Juan Carlos Díaz Arcocha, en marzo de 1985, hasta las dos últimas víctimas: los patrulleros Ana Isabel Arostegi y Francisco Javier Mijangos, cosidos a balazos en un cruce de Beasain en noviembre de 2001 mientras regulaban el tráfico. "Todo lo que tiene nombre, existe", dijo en euskera el lehendakari, "y yo los nombro uno a uno porque siguen existiendo en la memoria de los vascos y vascas que amamos la libertad". Los ojos de Rosa Rodero, viuda del sargento Joseba Goikoetxea, o los de la viuda del artificiero Luis Hortelano García, quien murió cuando inspeccionaba un coche bomba junto a dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, brillaban aún más mientras López recordaba a los asesinados. "Estoy contento de que la luz del pebetero esté aquí, un sitio que él tanto quería y tanto veneraba y que la gente lo pueda ver", decía emocionada Rodero.

El otro momento clave de la ceremonia fue cuando López, su consejero de Interior, Rodolfo Ares; los representantes de los partidos -Iñigo Urkullu, Jesús Egiguren, José Antonio Pastor o Antonio Basagoiti, entre otros- e instituciones, las autoridades civiles y militares presentes y los dos últimos titulares de Interior (Juan María Atutxa y Javier Balza) y los familiares de los asesinados recorrieron los metros que separan la entrada de la Academia del pebetero levantado en memoria de los agentes asesinados en 1993. La llama volvió ayer a iluminar Arkaute. "Esta llama debe permanecer hasta que termine el terrorismo de una vez", añadió el familiar de uno de los asesinados.

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Y el lehendakari animó a los presentes, arriesgando: "Estamos cada vez más cerca del final de la barbarie", dijo, al tiempo que les pedía más sacrificios: "Os doy las gracias a todos, pero a los ertzainas y a sus mandos os pido que continuéis con el esfuerzo. Tenemos que terminar con esta lacra".

"Os amenazan y atacan porque defendéis la legalidad"

- "Os amenazan y atacan porque defendéis la legalidad que nos permite a los vascos poder ser diferentes entre nosotros. La legalidad que impide que nadie imponga de forma violenta y totalitaria su opción política al conjunto de la sociedad. Por eso la lucha contra el terrorismo es la lucha en favor de la libertad y la democracia. Y vosotros sois nuestra avanzadilla".

- "Tiene que estar cerca el día en el que ninguno de vosotros tenga que ocultar entre sus vecinos su condición de miembro de la policía vasca. Tiene que estar cerca el que nadie tenga que salir a la calle con escolta. Tenemos que seguir hasta que ningún empresario sea objeto de extorsión. Hasta que ni una sola persona tenga que mirar los bajos de su coche antes de arrancarlo. Hasta que no haya ni un solo lugar en Euskadi donde un ciudadano o una ciudadana tengan que bajar la voz por temor a que alguien pueda oír lo que dicen. Ése es vuestro cometido".

- "Las calles tienen que ser, y lo vamos a conseguir, lugares seguros, lugares de encuentro entre ciudadanos y no lugares de agresión a sus derechos, a su tranquilidad y a su seguridad. Nuestras calles tienen que ser, y van a ser, el espacio de los ciudadanos pacíficos, que cumplen las leyes y quieren vivir en un ambiente de normalidad; el espacio de la inmensa mayoría de una sociedad que tiene convicciones democráticas, y no de una minoría de totalitarios que quieren acabar con la democracia"

- "Sois los encargados, junto con otros, de mantener el imperio de la ley, que es lo único que garantiza que cada persona que vive en nuestra sociedad es una ciudadano o una ciudadana libre y con derechos. Y por eso, precisamente, habéis sido y seguís siendo objetivo del terrorismo de ETA. Porque ETA ni acepta, ni quiere, ni soporta la libertad democrática de los vascos".

- Los 15 asesinado: Juan Carlos Díaz Arcocha (1985, superintendente), Genaro García de Andoain (1986), Juan José Pacheco (1988), Luis Hortelano (1989), Alfonso Menchaca (1991), Joseba Goikoetxea (1993), Iñaki Mendiluce y José Luis González (1995), Ramon Doral (1996), Txema Agirre (1997), Jorge Díez (2000), Iñaki Totorika (2001), Mikel Uribe (2001), Ana Isabel Arostegi y Javier Mijangos (2001).

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