La crisis merma la oferta de empleo de verano para los estudiantes

Después de los exámenes de junio, habrá playa, piscina y descanso. Pero no sólo por gusto. Este verano pintan bastos para los estudiantes que buscan empleo de temporada en hoteles, restaurantes y tiendas. La recesión ha obligado a las empresas a ajustar plantillas, pero a la vez ha desdibujado el perfil de quienes aspiran a los trabajos estivales. Ya no son sólo estudiantes de entre 19 y 28 años, sino también mujeres con poca experiencia laboral, mayores de 45 años y hasta con perfiles de alta cualificación.

Los hoteles de la costa, que años atrás fueron a buscar camareros de Europa del Este, están desbordados de solicitudes y en algunos ya cuelga el cartel de "No se aceptan currículos". "Ya te diremos algo, pero no sé si necesitamos a más gente". Joan, de 17 años, ha oído esta frase decenas de veces. El verano pasado trabajó de camarero en un cámping de Malgrat de Mar (Maresme) para costearse sus gastos. Este año ha dejado currículos en todos los hoteles y restaurantes del paseo Marítim de la localidad.

"La demanda de empleo es tremenda. Un hotel de Calella recibe 38 currículos al día, cuando lo que estamos haciendo es ajustar plantillas o reducirlas un 5%. Ahora nos permitimos elegir al mejor de todos los candidatos, cuando antes era impensable porque necesitábamos gente", explica el presidente de los hoteleros del Maresme, Santiago García-Nieto.

El coordinador general de la Confederación de Hostelería y Restauración de Cataluña, Domènech Biosca, admite que los hoteles están ajustando sus plantillas por el descenso de la ocupación. Se nutren sobre todo de trabajadores fijos discontinuos, y hasta ahora contrataban de forma eventual según las bajas o las puntas de verano. Otro tanto pasa en los comercios y los restaurantes. La patronal explica que las tiendas también esperan saber si los viajeros españoles podrán compensar la caída de los extranjeros.

Un estudio de la empresa de trabajo temporal Adecco prevé que la contratación eventual se despeñe un 50% respecto al verano anterior. Muchos hoteles, por ejemplo, cerraron en temporada baja para dar vacaciones a su personal y así tenerlo disponible en verano para evitar nuevos contratos. Los principales perjudicados son los jóvenes que buscaban obtener un dinero extra y su primer contacto con el mercado laboral. Ahora compiten con más de 500.000 parados en Cataluña.

"Está todo paralizado. Los hoteles ya tienen las plantillas bajo mínimos e incluso las sobrecargan de horas para no tener que contratar a nadie, y muchos comercios no lo van a hacer ni para las rebajas", explica el secretario de Hostelería, Comercio y Turismo de UGT, Óscar López. Las previsiones de contratación se retrasan por el temor a un arranque nefasto de temporada. "La costa lo acusa más, ya que se nutre de personal menos cualificado", explica Albert Martín, que dirige una oficina de Ranstad. Además del turismo, los sectores dedicados a las promociones de productos y la atención al cliente también se alimentaban de estudiantes.

Una caída del 40%

Y este año tampoco escapan a la crisis. Raúl Grijalba, director general de Manpower, asegura que estas contrataciones se han reducido entre el 30% y el 40%. Las empresas están recortando de forma drástica las promociones de productos y sus campañas de consumo. "No desaparecen del todo porque hay una planificación, pero vemos que están esperando a ver cómo va evolucionando el mercado", dice.

Y sin trabajo en verano, ¿cómo sobrevivir en invierno? A Joan le queda un año para ir a la Universidad, pero algunos amigos suyos necesitan el dinero para pagar la matrícula, el piso que compartirán en Barcelona, la comida.... La familia ayuda, pero hay muchos hogares en los que todos sus miembros están en paro. "Ahora se echa de menos un sistema de becas decente. Muchos estudiantes se ven obligados a compaginar estudios y trabajo. Ahora es muy difícil.", remacha la secretaria de Acción Joven de CC OO, Tania Pérez.