Un impulso para las artes escénicas

El sector de las artes escénicas pasa por dificultades, como otros sectores económicos. Lo más apremiante quizá sea la escasez de contrataciones y la morosidad de las administraciones. Su situación puede ser más grave por problemas endémicos relacionados con su deficiente regulación legal derivada de la carencia de una ley de las artes escénicas.

Mientras asistimos al debate político sobre el cambio del modelo económico observamos la urgencia que hay por reducir presupuestos culturales y eliminar consejerías como si de grandes logros políticos se tratara. En España, con la excusa del ahorro miles de concejalías de Cultura, se han apresurado a recortar los presupuestos para actividades escénicas. Parece que el paro de los trabajadores de la cultura no cuenta.

Estamos hablando de miles de empresas pequeñas que dan trabajo a profesionales altamente cualificados, de un sector con un potencial generador de economía y de empleo directo e indirecto muy importante. Los profesionales españoles de la cultura exigimos a nuestros políticos los esfuerzos necesarios para alcanzar la convergencia cultural con Europa. La creciente demanda de servicios culturales por parte de los ciudadanos es un dato positivo.