Todo sigue casi igual en los mercados

Los mercados de valores siguen sin poder dar una respuesta clara a la situación alcanzada en los últimos días.

El Ibex 35 vivió una sesión muy agitada que le llevó a ganar el 0,69% y a perder el 0,95%, para terminar la sesión con un resultado un tanto neutro, pues cedió el 0,11% para quedar en 9.454,60 puntos. Los valores medianos del mercado subieron el 0,05% y los pequeños ganaron el 1,28%.

La decisión del BCE de mantener los tipos de interés al considerar que la desaceleración económica pierde fuerza y que hay algunas mejoras en la actividad apenas sorprendió al mercado, en el que los inversores ya estaban advertidos de esa posibilidad ante la actitud de la banca respecto de la aplicación a sus activos de la caída de tipos.

En cuanto a la Bolsa, la altura de las cotizaciones y la situación económica exigen un ajuste sobre el que los inversores parecen incapaces de llegar a un acuerdo. Hay quien cree que el potencial de la recuperación económica concede un amplio margen de confianza, mientras que otros ya han vendido y esperan con impaciencia una caída de los precios para volver a entrar. Al final, se trata de la tradicional controversia entre el largo y el corto plazo, cuyas prioridades casi nunca coinciden.

La reciente decisión de los responsables del mercado de aplicar a numerosos valores un tercer decimal en su cotización, con lo que ahora hay valores cuya oscilación puede ser de una milésima de euro, parece más encaminada a evitar pequeñas especulaciones que a facilitar grandes operaciones. Hasta ahora había valores que con un céntimo de variación en su precio ofrecían márgenes de más del 5% de beneficio, o de pérdida.

En cuanto a los indicadores económicos, ayer los hubo para todos los gustos, pues las ventas al por menor crecieron en la eurozona en abril y bajaron en Estados Unidos en mayo, al tiempo que la productividad crecía en Estados Unidos en el primer trimestre gracias a los despidos y a la reducción de las horas de trabajo.

El momento económico es muy delicado ante las turbulencias creadas por unos datos que se frenan, otros que mejoran y, los más, que tienen varias lecturas por la influencia de otras variables. Ante esta situación, los inversores andan a salto de mata y hasta los más conservadores juegan a corto.