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El nuevo hospital pone en peligro el contrato

El proyecto del nuevo hospital de Vigo, de 1.440 camas y mil veces vendido por la anterior Xunta bipartita, ponía en jaque el futuro del Hospital Povisa y de su concierto singular, que tendrá que renegociarse el próximo año y que, según todos los indicios, parecía condenado a una relegación de su actual papel en la reordenación del área sanitaria viguesa. Operado el cambio de Gobierno, la nueva titular de Sanidade, Pilar Farjas, anunció en su primera visita a Vigo que no había encontrado ninguna reserva presupuestaria para la construcción del nuevo hospital. Hubo que señalarle la previsión, fijada con todas las de la ley, en las cuentas de la Sociedade Pública de Investimentos: 21,3 millones para invertir este año y 398,6 millones en los siguientes.

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No obstante, el Ejecutivo ya adelantó que el nuevo hospital de Vigo se construirá con participación privada, que no ha sido cuantificada ni identificada, pero que, según todas las fuentes consultadas, devolverá a Povisa un protagonismo determinante en la reorganización del área sanitaria viguesa. El nombramiento como gerente del Sergas de Rocío Mosquera Álvarez, que desempeñaba igual cargo en la clínica Nuestra Señora de la Esperanza, del mismo grupo empresarial que el Hospital Povisa, apuntaría en esa dirección.

En este clima de indicios que compensan la falta de otras certezas, también se conoció un informe de una consultora privada, encargado por la anterior Xunta y desvelado por la actual, que asigna a Povisa, en el proyecto de reordenación del área sanitaria, la cobertura del 15% de la población. Tanto la junta de personal del área, máximo órgano de representación del conjunto de los 6.500 empleados de la misma, como la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública (Agdsp) hicieron sonar sus alarmas.

Discriminación

Povisa, según la Agdsp, "interfiere y condiciona la planificación sanitaria de Vigo y su comarca en favor de sus intereses empresariales y en detrimento de la atención de un parte de la población, que sufre más listas de espera y menor oferta de servicios". Por eso expresaba su oposición a la propuesta de la consultora, aparte de que esos análisis "debe elaborarlos el sector público, no una empresa privada".

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Ambas organizaciones reclaman que se construya el nuevo hospital como estaba previsto, dotado de un carácter estratégico y para prestar servicios de referencia a toda la población sin discriminaciones.

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