Defensa no ve responsabilidad en el cuartel de Hoyo de Manzanares

La ministra de Defensa, Carme Chacón, visitó ayer la zona 0 del brote de nueva gripe en el Ejército español: la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares (Madrid). Desde allí irradió el contagio que ha puesto en cuarentena a 91 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en El Ferral (León) y ha producido dos diagnósticos positivos de virus H1N1 en Segovia y Guadalajara, además de mantener casi paralizada la instalación madrileña, donde están confinados más de 500 soldados.

Chacón, que acudió acompañada por altos cargos de su departamento y responsables de la sanidad militar, se reunió con el jefe de la academia militar, el general Pedro Vivas, al que la investigación interna de Defensa exime de responsabilidad.

El contagio se transmitió en los dormitorios del acuartelamiento Chacón y Jiménez comparecerán mañana en el Congreso

La ministra se mantuvo a distancia del foco donde se propagó inicialmente la enfermedad: unos pabellones-dormitorios en los que pernoctaron la mayoría de los contagiados. Los responsables sanitarios han localizado en estas camaretas (de seis literas, las de la tropa; e individuales, las de suboficiales) el escenario de los primeros contagios e incluso el momento: a finales de la semana del 11 al 17 mayo. Lo que aún no se encuentra es el hilo que llevó el virus H1N1 hasta el acuartelamiento. Ninguno de los afectados ha viajado recientemente a México ni reconoce haber estado en contacto con alguien que lo haya hecho.

Hospitalizados

El Ministerio de Sanidad elevó ayer a 20 el número de diagnósticos positivos de nueva gripe en la academia militar. A los 18 enfermos que hay en el acuartelamiento se sumaron un militar de 23 años que ingresó el viernes en el Complejo Asistencial de Segovia y una soldado de 21, residente en Torrejón de Ardoz (Madrid), que acudió el sábado al Hospital Universitario de Guadalajara y ya ha recibido el alta. Ambos están destinados en la base de Hoyo de Manzanares.

Los 91 militares de la UME pernoctaron en la academia el martes y miércoles pasados. Fue lo único que hicieron allí, pues la misión que les trajo a Madrid se desarrollaba fuera de las instalaciones. Cuando llegaron a Hoyo, ya se habían producido las primeras hospitalizaciones, aunque aún no se había confirmado el diagnóstico de la nueva gripe, lo que hizo el jueves el hospital Gómez Ulla y ratificó el viernes el Carlos III.

Al margen de la visita de la ministra, la actividad en la Academia de Ingenieros se mantenía ayer bajo mínimos. Todos los cursos han quedado en suspenso, así como los servicios, salvo los indispensables, como el suministro de alimentos. Los más de 500 militares que se encontraban el viernes en su interior han quedado confinados hasta que se levante la cuarentena, previsiblemente el próximo fin de semana, mientras que no se han incorporado los que estaban fuera. El número de casos "en estudio" -es decir, de militares que tienen o han tenido síntomas gripales, pero aún carecen de diagnóstico- ascendía ayer a 74.

Pese a la alarma social provocada por el brote de gripe, fuentes de Defensa sostienen que los mandos de la academia no incurrieron en ninguna responsabilidad. "Desde el primer momento se aplicaron los protocolos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se inició el tratamiento preventivo con antigripales", indicaron dichas fuentes.

El punto más controvertido es la visita que el lunes y, sobre todo, el miércoles realizaron a la academia unos 150 alumnos de primaria del vecino colegio público Virgen de la Encina.

El Ministerio de Defensa dispone de un informe de expertos sanitarios en el que se asegura que los escolares no corrieron ningún riesgo de contagio, aunque reconoce que hubiera sido "más prudente" suspender la visita. Al menos la del miércoles.

No se puede responsabilizar, sin embargo, al director de la Academia, el general Pedro Vivas. Éste ha declarado que no estaba al corriente de la presencia de los niños, pues se trataba de una visita programada con gran antelación y que se hace cada año. El responsable de estas actividades (al parecer, un comandante) no recibió ninguna indicación de suspenderlas, ya que los protocolos médicos no incluyen esta eventualidad. Es decir, nadie incumplió su deber y a nadie se podría culpar.

Con los resultados provisionales del expediente informativo que ordenó abrir el viernes en la mano, la ministra de Defensa, Carme Chacón, tiene previsto comparecer mañana por la tarde en el Congreso junto a la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez.