_
_
_
_

Cataluña se abre a la nueva economía

Junto al sincrotrón de Cerdanyola, toma forma un parque científico y verde, residencial y empresarial, palanca del cambio de modelo

Las pinturas del Palau de Pedralbes se analizaron en el laboratorio de luz de sincrotrón de Grenoble, en Francia. Y el descubrimiento de la proteína con la que el virus de la gripe engaña a la célula humana -es decir, la llave que propaga la gripe-, también se debe al sincrotrón de la misma ciudad. En 2011, investigaciones como éstas podrían desarrollarse en Cerdanyola del Vallès, donde ya está en fase de pruebas este acelerador de partículas de tercera generación, que desarrolla haces de luz de tal potencia que permiten estudiar hasta la más mínima partícula.

Alrededor de este futuro laboratorio de luz, Alba, cientos de obreros trabajan a destajo para dar forma y asfaltar las calles del que será bautizado como parque Alba, una suerte de nueva ciudad que impulsan la Generalitat (a través del Instituto Catalán del Suelo) y el Ayuntamiento de Cerdanyola. Tendrá cuatro patas: la tecnológica y científica, la empresarial, la residencial y la medioambiental.

La comercialización de las parcelas para empresas comenzará en 2010
Saldrán al mercado medio millón de metros cuadrados para empresas
La urbanización requiere una inversión de 300 millones

Sus promotores saben que, cuando empiece la comercialización de parcelas urbanizadas con empresas y centros de investigación, la próxima primavera, el reto será mayúsculo porque la crisis seguirá instalada en el corazón de la economía. Pero el consorcio que desarrolla el parque tiene claro que "un proyecto como éste no está concebido pensando en el corto y el medio plazo, sino que es una palanca más que puede ayudarnos a cambiar de modelo económico", comenta el director del consorcio urbanístico del centro direccional de Cerdanyola, Miquel Sodupe.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Con el sincrotrón o acelerador de partículas actuando como locomotora, la nueva ciudad Alba supone la reinvención de 340 hectáreas (más o menos la mitad del distrito del Eixample), de las que el 70% se destinarán a actividades económicas: un parque científico y empresarial que pretende captar a empresas de distintos sectores (de la biomedicina a la alimentación, pasando por el sector quimicofarmacéutico). "Una gran infraestructura de investigación puede tener como efecto la atracción de industrias que tengan capacidad de realizar ensayos, es un foco de atracción de talento", señala en la misma línea Andreu Morillas, secretario de Economía de la Generalitat.

Pero las empresas no estarán solas. "No queremos una ciudad fantasma. Queremos que allí viva gente, y gente de distintos perfiles, desde estudiantes, hasta investigadores, pasando por familias y personas mayores", subraya Oriol Nel·lo, secretario de Planificación Territorial. Esa combinación lleva a Morillas incluso a hacer un paralelismo, salvando las distancias, entre el parque Alba y el 22@, el distrito tecnológico de Barcelona que combina vivienda y empresas.

Por eso se ha diseñado toda una ciudad, en el término municipal de Cerdanyola, pegada a ella. Con sus equipamientos, sus comercios y sus pisos. En plena sobreoferta de viviendas vacías, el proyecto prevé levantar 3.500 viviendas públicas y privadas (1.100 de ellas, el año próximo), además de un corredor verde de más de 140 hectáreas que conectará con Collserola.El alcalde de Cerdanyola, Antoni Morral, subraya que la situación económica de crisis actual "enmascara la demanda en zonas concretas como ésta, que existe". Oriol Nel·lo corrobora que "la demanda de vivienda, en Cataluña, persiste". El 40% corresponderá a vivienda social.

¿Cambiará la economía esa extraña estructura con pinta de ovni? El doctor Ramon Pascual, presidente del consorcio para la Construcción, Equipamiento y Explotación del Laboratorio de Luz Sincrotrón (CELLS), relativiza las expectativas. "Para levantar esto ha hecho falta un gasto, entre 2003 y 2009, de 200 millones de euros. Con 200 millones, desde luego no se arregla la crisis ni se cambian modelos productivos de golpe", afirma, prudente. Lo que determinará el impacto en el entorno económico del acelerador de partículas es qué se haga con él, qué se investigue con él. "Ésta es la instalación científico-técnica más importante que nunca se haya hecho en España y su uso condicionará lo que salga de ella", añade. Los optimistas pueden recordar que, en los países vecinos hay un sincrotrón, se ha acabado formando a su vera un parque de proveedores de alta tecnología.

"El objetivo es atraer toda una serie de empresas privadas y centros de investigación que hoy tienen que ir a otros lugares", explica Miquel Sodupe. El objetivo a largo plazo es aglutinar hasta 40.000 puestos de trabajo, entre los nuevos que se generen y los que puedan trasladarse allí, y una comunidad de 14.000 nuevos residentes y lugar de paso de investigadores.

La idea ha movido una cantidad ingente de recursos, de momento, casi todos públicos: A los 200 millones aportados por el Gobierno central y la Generalitat desde 2003 para el sincrotrón, se suman los 300 millones que está conllevando la urbanización (la mayoría los pone el Incasòl), 100 millones de infraestructuras de servicios urbanos como la subestación eléctrica y los depósitos de agua (que pagan los respectivos operadores) y hasta 1.500 millones que se estima que las empresas y centros que se instalen en el Parc Alba desembolsarán para levantar sus oficinas y edificios. A estos números seguirán los 420 millones que Gobierno central y catalán prevén invertir en el sincrotón Alba hasta 2020. Además, La Caixa, primer residente privado del parque, ya ha comenzado a construir el primero de los dos centros tecnológicos que tiene proyectados en el lugar y que supondrán un desembolso para la entidad de 200 millones. Las grúas, bien visibles, ya están en ello, junto a la ya perfilada avenida de la Ciencia, que comunicará el sincrotrón con la Universidad Autónoma (UAB).

Las parcelas empresariales comenzarán a comercializarse en abril de 2010, cuando culmina la primera fase del proyecto. Saldrán al mercado medio millón de metros cuadrados, ya que de momento las administraciones tienen que dotar a la zona de las infraestructuras y todavía no está decidido qué centros de investigación públicos se ubicarán.

Sodupe recuerda que los precios del suelo han caído cerca del 30% en la zona y eso puede volverlo atractivo, pero deja claro que son más las infraestructuras, los servicios y las sinergias (entre la UAB, el parque Creápolis, el Parque Tecnológico del Vallès) y la conectividad. Cerdanyola aspira a albergar la futura estación del tren de alta velocidad (AVE) a su paso por el Vallès, que el consorcio defiende, frente a Sant Cugat.

Para la ubicación de naves y oficinas, el parque ha acometido expropiaciones que afectan a tres empresas (Ceràmicas Sugranyes, Incecosa y Bòbila Capmany). Para ello, el consorcio cerró en 2006, aún sin crisis, un crédito de 90 millones con Dexia, La Caixa y el Sabadell. Los impulsores del Parc Alba saben que, hoy, no habrían logrado el dinero con facilidad y que el proyecto habría podido quedar tocado.

Edificio central donde se alberga al sincrotrón de Cerdanyola, que está ya en periodo de pruebas.
Edificio central donde se alberga al sincrotrón de Cerdanyola, que está ya en periodo de pruebas.JOAN SÁNCHEZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_