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Una planta que convierte residuos en gas causa polémica en Monòver

El proyecto prevé el tratamiento de 120.000 toneladas anuales

Una polémica tras otra. Apenas aparcado el proyecto de una planta de basuras en Moixent que soliviantó a vecinos, ecologistas y viticultores de Les Alcusses, el conflicto en torno a las instalaciones de tratamiento de residuos se desplaza a otra localidad. Ahora le ha tocado el turno a Monòver, que debate en el Ayuntamiento y en la calle si apoya el plan de la empresa Global Plasma Valencia, SL, de abrir en su polígono industrial una planta de valorización energética de residuos del calzado y curtidos preferentemente. El proyecto es antiguo, ya que se presentó por primera vez en 2000, pero la propuesta se estancó por la falta de suelo y se ha reactivado ahora que se ha ampliado el polígono de la localidad alicantina.

La instalación está pendiente de la autorización de Medio Ambiente

La empresa propone eliminar hasta 120.000 toneladas anuales de residuos no peligrosos con una técnica aún poco extendida, la de la gasificación por plasma, un sistema que descompone en átomos los restos a alta temperatura y los convierte en un gas compuesto, entre otros, por monóxido de carbono, hidrógeno y nitrógeno que puede utilizarse para generar electricidad a través de una turbina. Los compuestos orgánicos se gasifican y los inorgánicos se transforman en una especie de basalto que es susceptible de ser reciclado como material de construcción. La compañía Global Plasma defiende que se trata de una tecnología limpia que aventaja a la incineración, entre otras razones, por no emitir dioxinas a la atmósfera.

Sin embargo, los colectivos ecologistas y el propio gobierno municipal, encabezado por el PP, no lo tienen tan claro, y los vecinos se preguntaron en una reciente reunión informativa sobre el proyecto por que no hay otras localidades que pujen por la planta si todo son beneficios. Las dudas se han traducido en miles de alegaciones remitidas a la Consejería de Medio Ambiente, que debe decidir si concede al proyecto la autorización ambiental integrada, imprescindible para lograr el resto de permisos para la planta.

Global Plasma consiguió una evaluación de impacto ambiental positiva en 2003, pero al estar tantos años parado el proyecto para ampliar el polígono industrial, en manos del Sepiva, se somete a una nueva revisión de Medio Ambiente.La empresa afirma que confió en un proceso más rápido para conseguir el terreno, por lo que se mantuvo a la espera y no optó por otra localidad. Pero al alcalde actual de Monòver, Salvador Poveda, no le parecen suficientes los "informes viejos" de 2003. "Hemos pedido que se amplíe el plazo de alegaciones hasta el día 20 de mayo, y queremos todos los informes habidos y por haber", expone. "Necesitamos saber claramente cómo es la planta", añade Poveda, "porque la gente la rechaza al no saber bien lo que es". El Ayuntamiento, aunque no puso objeciones en 2000, ahora exige estudios detallados sobre la posible contaminación atmosférica de los restos de gas o el consumo de agua y energía de la planta. Poveda, que ha visto cómo la oposición de plataformas ciudadanas a instalaciones de residuos han puesto en un aprieto a otros alcaldes, lanza una advertencia final: "Si hay un solo informe que diga que el asunto no está claro, les diremos que se busquen otro sitio".

El Ayuntamiento, sin embargo, ha realizado un informe positivo de compatibilidad urbanística del proyecto, critica Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción, que ha plasmado sus objeciones en alegaciones, al igual que el sindicato Comisiones Obreras. El balance energético de la planta no está claro, a juicio de las dos organizaciones, ni la necesidad de recurrir a la técnica por plasma, que no consideran una tecnología madura.

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Además, el Plan Integral de Residuos (PIR), actualmente en revisión, no previó ningún tratamiento térmico o de incineración para los restos del calzado, que pueden eliminarse por otras vías y de otras maneras. Las alegaciones también cuestionan que no se produzcan emisiones nocivas, como defiende la compañía que promueve el proyecto.

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