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La agricultura y el turismo servirán para salvar la huerta

El Consell creará un ente para protegerla y rentabilizarla

Sara Velert

La huerta histórica de Valencia configura un paisaje singular que los valencianos quieren conservar y mostrar a futuras generaciones. Quieren que se proteja sin convertirla en un parque temático, que la huerta siga siendo un espacio vivo en el que el agricultor y sus productos sean protagonistas, y tener la posibilidad de recorrerla y hacer actividades en ella. Éstas son algunas de las conclusiones de una encuesta de la Consejería de Medio Ambiente para conocer la percepción de los ciudadanos sobre la huerta. Los resultados, que forman parte de un amplio programa de participación pública sobre el Plan de Acción Territorial (PAT) de la huerta de Valencia -20.000 hectáreas en 40 municipios-, fueron presentados ayer por el consejero José Ramón García Antón y la directora general de Paisaje, Arancha Muñoz.

La huerta "sólo se protegerá si se entiende como una empresa"
El plan apenas tocará los proyectos urbanísticos de los municipios

Tras debatir la versión preliminar del plan lanzada en 2008 -en seminarios, talleres, con expertos, asociaciones agrarias, entidades cívicas y vecinales-, la consejería concluye que es necesaria una ley específica de protección de la huerta y también un ente gestor que desarrolle la norma, explicó el consejero. En ese ente gestor, que ya se proponía en el documento inicial, participarán el Consell, ayuntamientos, agricultores y otras administraciones. Una de sus funciones principales será la "coordinación" de iniciativas que conserven el paisaje y la agricultura, para lo que será básico hacerla rentable.

La huerta "sólo se protegerá si se entiende como una empresa", destacó Arancha Muñoz, que ya ha puesto en marcha algunos proyectos piloto con agricultores para abrir nuevos canales de comercialización. Marcas de calidad, mercados de huerta y la posibilidad de pagos al agricultor por el servicio medioambiental -"no serán subvenciones", apuntó García Antón- son algunas opciones. La revalorización de la agricultura se complementará con un turismo verde "suave", según el consejero, con oferta "gastronómica" y de pequeños hoteles.

Los expertos y ciudadanos consultados identifican la presión urbanística como el principal factor de degradación de la huerta. Como criticaron Per L'Horta y el PSPV, entre otros, el PAT respeta importantes planes urbanísticos que invaden huerta. Es el caso de Alboraia, que pretende plantar un centro comercial en huerta productiva, o el nuevo plan general de Valencia. En ese sentido, García Antón afirmó que el documento final, que prevé aprobar en dos meses para sacarlo a exposición pública, no cambiará mucho. En cambio, sí habrá modificaciones en proyectos de infraestructuras que afectan a la huerta, previsiblemente en carreteras de L'Horta Nord, donde subsisten los paisajes más valorados junto a L'Albufera.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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