Los piratas somalíes secuestran otros dos barcos en 24 horas
Una fragata de la OTAN frustra un ataque contra un petrolero noruego
Los piratas somalíes no dan tregua. Dos barcos, uno griego y otro ucranio, fueron secuestrados ayer, mientras que una fragata de la OTAN frustró un ataque contra un petrolero noruego en el golfo de Adén y detuvo a los 19 asaltantes, armados con explosivos, a los que sin embargo puso en libertad debido a las lagunas legales.
Los propios piratas anunciaron ayer que habían capturado un barco de Ucrania en el océano Índico, cargado con equipamiento industrial y vehículos de Naciones Unidas, y que lo estaban trasladando a la población de Haadera, en la costa somalí. Los pistoleros también secuestraron un carguero griego, el MT Ariana, con una tripulación de 24 personas, cuando navegaba a 455 kilómetros de las islas Seychelles, según informó el Servicio de Asistencia Marítima, con sede en el puerto keniano de Mombasa. El Ariana, con pabellón maltés, fue interceptado al norte de Madagascar, y se dirigía desde Brasil a la región de Oriente Próximo.
La Alianza detuvo a 19 piratas, pero tuvo que liberarlos por lagunas legales
Los piratas, fuertemente armados, han incrementado sus ataques contra las embarcaciones que surcan el Índico y el golfo de Adén, secuestrando a cientos de rehenes y exigiendo rescates millonarios. Los asaltos, que se extienden por un radio de acción cada vez más amplio, están complicando considerablemente las rutas marítimas y los envíos de ayuda de la ONU.
Los esfuerzos de la flota de la OTAN desplegada en la región para impedir los asaltos son hasta ahora limitados. Ayer mismo, una fragata portuguesa, la Corte Real, logró rescatar al petrolero noruego MV Kition y detener brevemente a los secuestradores, que llevaban encima granadas y explosivos. Los delincuentes, sin embargo, fueron liberados tras las consultas con el Gobierno portugués.
Todo arrancó con una llamada de auxilio del barco noruego. "Éramos el buque de guerra más cercano a ellos, así que enviamos de inmediato un helicóptero", explico el capitán Alexandre Fernandes. Al ver el helicóptero, los piratas abandonaron el petrolero y huyeron a su barco, que fue interceptado por un navío escolta, después de una persecución a alta velocidad.
Ocho marinos abordaron el barco pirata, que llevaba a bordo a 19 personas. "Se rindieron de inmediato", contó Fernandes, que explicó que los piratas tenían fusiles AK-47, lanzagranadas y un kilo de explosivo químico P4A. "Es la primera vez que vemos ese explosivo tan potente a bordo de un barco pirata. Usado correctamente, puede abrir un agujero en el casco de un buque y hundirlo".
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