Los sindicatos exigen rentas para los parados y subidas salariales

La crisis económica y el galopante avance del paro han devuelto toda la carga reivindicativa a la celebración del Primero de Mayo, que este año ha vuelto a conocer manifestaciones masivas en la calle. Entre 40.000 y 46.000 personas, según los sindicatos, participaron ayer en las concentraciones celebradas en las principales ciudades andaluzas, más del doble que hace un año. La más numerosa fue la de Málaga, que congregó a no menos de 10.000 personas (15.000, según los convocantes), elegida por UGT y CC OO como sede del acto central al ser la provincia con mayor tasa de paro, un 27,18%.

Es un dato llamativo, pero nada sorprendente si se tiene en cuenta que el paro ha crecido en este último año en una proporción similar -de 561.600 andaluces a 944.100, según la Encuesta de Población Activa-, y el rosario de empresas en dificultades en todos los sectores de actividad.

Los sindicatos exigieron a la Junta una ley de inserción social "por la vía de urgencia" que garantice unos ingresos a todos los andaluces. Según el secretario general de CC OO, Francisco Carbonero, la tercera parte de los parados no cobra prestación alguna.

Pero además de la protección a los parados, los sindicatos aprovecharon la fecha para reafirmar que no cederán un ápice en los derechos laborales conquistados por los trabajadores, causa por la que están dispuestos a las movilizaciones que sean precisas. El secretario de Organización de UGT en Andalucía, Francisco Fernández, fue elocuente al afirmar que la solidaridad con quienes no tiene trabajo no es excluyente con la reivindicación de mejoras salariales en las empresas. Fernández, que encabezó la representación de UGT por la enfermedad del secretario general, Manuel Pastrana, explicó que hay unos 300 convenios colectivos pendientes de negociar y en los que los sindicatos plantearán incrementos salariales "en torno al 2%", además de planes para combatir la siniestralidad y de igualdad.

"Hacemos un llamamiento a la responsabilidad social y moral de la patronal y de la banca, porque han vivido años de grandes beneficios que han trasladado a sus cuentas personales, los han patrimonializado, y no han reinvertido en fortalecer las empresas", expuso el secretario general de CC OO.

En este discurso, los sindicatos encontraron un aliado inesperado en el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, quien consideró que la crisis tiene una raíz "inmoral" por la ambición de unos pocos y denunció que muchas empresas la han aprovechado para hacer despidos injustificados.

A la manifestación de Málaga se sumó la secretaria general del PA, Pilar González, "para compartir los anhelos de mucha gente que no tiene esperanza".