"No hay razón para el pánico"
La UE rechaza la propuesta francesa y descarta suspender los viajes a México
Los responsables sanitarios de los Veintisiete afinaron ayer, en una reunión extraordinaria celebrada en Luxemburgo, estrategias de coordinación y manifestaron la voluntad política de trabajar al unísono y con unanimidad a escala comunitaria en el combate contra la enfermedad. Apenas hubo medidas definidas.
Francia acudía con el objetivo concreto de lograr una suspensión de los vuelos desde Europa hacia México, pero las intensas reacciones negativas de España y Alemania, entre otros, le forzaron a replegarse. En atención a París, los ministros invitaron a los distintos Gobiernos a "tomar todas las medidas adecuadas, si hace falta también en lo relativo a los viajes, para garantizar la protección más efectiva de los ciudadanos a partir de consultas a nivel europeo".
Se sabe que un pasajero con gripe puede contagiar a todo el avión
La comisaria Androulla Vassiliou reveló que un ministro, que no identificó, había informado de la existencia todavía de 5.000 turistas de su país en México. En conferencia de prensa, la ministra española de Sanidad, Trinidad Jiménez, aseguró que su colega alemana le había desmentido que hubiera recomendado no viajar a Montmeló para asistir a la carrera de Fórmula 1 del próximo día 10.
En el comunicado final de la reunión se subraya que, por ahora, no hay pruebas científicas de relación entre el consumo de productos de cerdo y la enfermedad. De ahí la decisión de dejar de referirse a la enfermedad como "gripe porcina" y hablar de "nueva gripe" mientras se le encuentra un nombre científico.
La gripe porcina cambió ayer de nombre para convertirse oficialmente en "nueva gripe", pero esta modificación no impedirá que siga extendiéndose. Podría llegar a afectar hasta a la mitad de la población europea, según el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), organismo asociado a la Comisión Europea. Los ministros de Sanidad reunidos con urgencia prefirieron no entrar en especulaciones cuantitativas.
La comisaria Vassiliou, subrayó que el virus no tiene por qué ser mortal y que el propio ECDC aventura que la inmensa mayoría de los afectados lo serán levemente. Fue un alto responsable del ECDC, Angus Nicoll, quien ayer contribuyó a crear inquietud al asegurar, desde la sede del organismo en Estocolmo, que el número de afectados "probablemente sea entre el 40% y el 50%, pero la mayoría lo será levemente y sólo habrá algunos casos severos, entre ellos personas mayores y enfermos crónicos".
Una portavoz suya precisó más tarde que apenas la mitad de los infectados llegará a presentar síntomas y de ellos quizá el 4% podría llegar a necesitar hospitalización. Esas cuentas suponen que en el peor de los casos el 1% de los europeos requerirá atención hospitalaria.
Vassiliou no quiso pronunciarse sobre tales estimaciones, pero subrayó que el ECDC "no espera que el virus sea mortal". "Hasta ahora, los afectados lo han sido suavemente y responden a los tratamientos", indicó. Remachó con "no hay razón para el pánico", antes de dar perspectiva al caso y apuntar que cada año mueren 250.000 personas de gripe en todo el mundo. De ellas, 40.000 en Europa.
Los ministros no entraron a debatir cifras, según aseguró la titular española de Sanidad, Trinidad Jiménez, quien señaló cómo la propia OMS ha dicho que es imprevisible saber cómo va a evolucionar. "La realidad es que ahora son episodios de pocos casos en cada país", dijo. Añadió que España tiene en reserva tratamientos gripales para 10 millones de personas a la espera de que se consiga una vacuna que podría salir de los laboratorios en agosto o en septiembre.
El virus resiste muy mal el calor y la próxima llegada del verano crea un margen de seguridad en el hemisferio norte, algo con lo que no cuentan los países del sur.
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