CDC encubrió durante cinco meses el caso de Vacarisses
La dirección de Convergència Democràtica (CDC) tuvo conocimiento hace cinco meses, en noviembre de 2008, del presunto caso de corrupción en Vacarisses (Vallès Occidental) y poseía las cintas grabadas en las que puede oírse cómo el único concejal de CiU en la población, Josep Maria Córcoles, negocia la venta de su acta de edil con el padre del segundo de la lista, Martí Cos. A pesar de disponer de estas pruebas, los dirigentes nacionalistas ignoraron las reiteradas denuncias de Martí Cos y se negaron a abrir un informe sobre los hechos, hasta que el martes fueron publicados por este periódico. Fue entonces cuando la cúpula del partido tomó cartas en el asunto y ordenó abrir un expediente informativo que puede acarrear la expulsión de Córcoles y Cos. La decisión podría tomarse la próxima semana.
Al menos los diputados del Parlament Jordi Turull y Josep Rull, el gerente del partido, Germà Gordó, y el presidente de CDC en la comarca del Vallès Occidental, Lluís Ridao, supieron de la posible compraventa del acta de concejal por la información que recibieron de Martí Cos en persona. Las negociaciones se produjeron durante el mes de julio de 2008 y Cos empezó a advertir a la dirección de CDC en noviembre. Posteriormente, envió dos cartas a dos dirigentes de la formación -no identificados-, la primera entre el 15 y el 20 de enero, y la segunda el 23 de marzo.
La primera reunión se produjo durante la primera quincena de noviembre y tuvo lugar en un restaurante de comida rápida de Terrassa. A la cita asistieron, además del propio Martí Cos, el presidente de CDC en el Vallès Occidental, Lluís Ridao, y el diputado al Parlament Josep Rull, natural de Terrassa. En la entrevista se habló de diferentes asuntos sobre la situación del partido en Vacarisses y fue aprovechada por Martí Cos para denunciar los hechos y proporcionar a sus interlocutores una copia de las grabaciones. Pero, como comentó Ridao a este periódico, él y Rull se negaron "a entrar en el juego de las conversaciones grabadas".
La reunión se celebró poco antes de las elecciones al comité local de CDC en Vacarisses, en las que competían el hijo de Martí Cos y número dos de la candidatura y el actual concejal, Josep Maria Córcoles. Éste resultó ganador por siete votos contra seis. La dirección de CDC interpretó entonces la denuncia de la venta del acta como una manera de Martí Cos de influir en el resultado de estas elecciones a la dirección local del partido.
Ya en diciembre, Martí Cos se entrevistó en la sede central de CDC, en la barcelonesa calle de Còrsega, con el gerente del partido, Germà Gordó, a quien también proporcionó diversas pruebas: un disco compacto con las grabaciones, un correo electrónico de Josep Maria Córcoles con un borrador de su escrito de dimisión y una noticia de un periódico local según la cual el concejal había anunciado en un pleno del Ayuntamiento su intención de cesar por "problemas personales".
Ante la pasividad de la cúpula convergente, Martí Cos optó por reclamar otra entrevista. Fue también en la sede de CDC, con Lluís Ridao y con el presidente del partido en la provincia de Barcelona, Jordi Turull. Según Cos, ni uno ni otro se hicieron eco de sus acusaciones.
El martes, una vez que EL PAÍS publicó el contenido de las grabaciones, Convergència anunció la apertura de un expediente informativo que se aprobará la próxima semana en la ejecutiva. Fuentes del Convergència rechazaron que los responsables del partido se inhibieran durante estos meses del caso y señalaron que se tomaron una serie de iniciativas para intentar cerrar la polémica. Pero al tiempo reconocen que no se actuó con la "celeridad" adecuada.
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