La Diputación impide que varios menores cumplan las medidas ordenadas por el juez

La Diputación de Guipúzcoa está impidiendo que varios menores alojados en el centro de Deba -al menos entre tres y cinco, que están bajo libertad vigilada por cometer algún delito- acudan al centro de iniciación profesional (CIP) correspondiente. Una medida que están obligados a cumplir debido a que se incluye en las actividades socioeducativas establecidas por la justicia para su reinserción. Aunque carece de competencias para obligarle a ello, el Juzgado de Menores de San Sebastián ha pedido por escrito al ente foral que ponga remedio a esta situación, según fuentes judiciales. Aún no han recibido respuesta. La Diputación, que trasladó al centro de Deba a los menores que considera conflictivos, no les permite acudir a los talleres de iniciación profesional, a pesar de que, en al menos un caso documentado, el comportamiento del chaval en el CIP ha sido ejemplar.

Los técnicos del Departamento de Justicia del Gobierno vasco pusieron en conocimiento del juez la surrealista situación. Éste emitió varias comunicaciones, entre finales de marzo y principios de abril, solicitando que el cambio de centro "no incida negativamente en el correcto cumplimiento de la medida judicial pendiente" y solicitando a su vez que la institución foral "se ponga en contacto con el servicio de ejecución de sentencias" para encontrar una solución.

"En aquellos casos en los que se entiende que la estancia en Deba perjudica al menor, se debería de llevarles a otro recurso, pero el juzgado no tiene potestad para obligarles, puesto que la tutela está en manos de la Diputación. Es a la fiscalía de Menores a quien corresponde vigilar que la tutela se ejerce correctamente", añade la citada fuente, que también se muestra extrañada ante las declaraciones de que la justicia no está decretando las medidas adecuadas: "El problema no es que la justicia no actúe. Todo esto empezó a raíz de la creación del centro de Deba. No se puede decretar que un menor vaya a un centro cerrado por hurto. Si está viviendo en la calle, hay que tener en cuenta las circunstancias". La Diputación mantiene en Deba a menores que no han cometido ningún delito.