Crodowaldo Pavan, científico brasileño pionero de la genética

La mosca de la fruta Drosophila ha sido una de las principales fuentes de conocimiento sobre los genes para los estudiosos del siglo XX, y lo sigue siendo. Uno de los primeros que comenzó a experimentar con ella fue el biólogo brasileño Crodowaldo Pavan, que murió en São Paulo el 2 de abril, a los 89 años, por las complicaciones de una operación a la que se sometió a causa de un cáncer.

Pavan, que provenía de una familia de emigrantes italianos, nació el 1 de diciembre de 1919 en Campinas, en el Estado de São Paulo. Pensaba dedicarse a la ingeniería hasta que vio la película La historia de Louis Pasteur. Uno de sus profesores en la Universidad de São Paulo, el físico francés André Dreyfuss, le aconsejó en 1938 un curso de historia natural. Sus estudios culminaron con una tesis doctoral sobre el pez abisal Typhlobragus kronci, tras lo cual aceptó una plaza como profesor en esa misma universidad.

Su interés por la Drosophila comenzó en 1942, cuando se integró en un equipo de investigación de la genética, taxonomía y ecología de la mosca financiado por el Centro Rockefeller. Su aportación le proveyó un espacio en la historia de la ciencia, y más cuando estudió la citogenética de la mosca Rhynchosciara angelae, cuyos cromosomas gigantes facilitan el estudio de sus genes, y demostró que ambos pueden ser modificados por virus.

Pavan recibió numerosos premios y condecoraciones, y estuvo adscrito a las principales organizaciones científicas de Brasil.