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El modelo de financiación deja menos dinero por primera vez en la historia

La Generalitat 'perdió' 1.500 millones en 2008 por la crisis del ladrillo

Por primera vez en la historia, el modelo de financiación autonómica ha dejado menos dinero a la Generalitat que el año anterior. El Gobierno catalán ingresó 18.750 millones de euros en 2008, lo que representa una disminución del 2% con relación a 2007; esto es, 373 millones, según la liquidación de ingresos presentada ayer por el consejero de Economía, Antoni Castells. La caída tiene un culpable muy claro: el desplome inmobiliario.

Los dos principales tributos vinculados al sector del ladrillo, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales (ITP), que grava las transacciones de viviendas usadas, y el de actos jurídicos documentados (AJD), que básicamente tiene en cuenta la constitución de hipotecas, aportaron 1.743 millones de euros a las arcas de la Generalitat, lo que representa un descenso del 45,5%; casi 1.500 millones de euros menos, y deja este capítulo a niveles de 2002.

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La recaudación del resto de tributos aumentó el 5,8% en conjunto. El IRPF lo hizo el 14,5% y el IVA el 3,1%, pero los impuestos especiales (alcohol, tabaco e hidrocarburos) bajaron el 11,4%.

En la merma recaudatoria también tuvo que ver el hecho de que el año pasado el Gobierno no concedió el anticipo a cuenta que vencía pagando a las comunidades desde 2005 para compensar que sus previsiones presupuestarias siempre quedaban por debajo de la realidad. Les avanzaba el 2% más de los presupuestado, que en 2008 hubiera representado 550 millones de euros. En esta ocasión el Gobierno interpretó que recaudaría menos por la crisis y así fue: ingresó 129.335 millones, el 19% menos, por la caída del impuesto de sociedades y del IVA.

El desfase de los ingresos de la Generalitat ha sido superior respecto a sus propias previsiones. Recaudó 3.405 millones menos de lo que esperaba (2.088 de ellos asociados a la crisis inmobiliaria), lo que demuestra que la Administración catalana se quedó corta en las previsiones y la velocidad del deterioro de la economía.

Castells enmarcó la caída de ingresos en el contexto general de crisis, que afecta a las cuentas de todas las autonomías y a las del Estado, pero consideró que la situación "pone de manifiesto las debilidades del actual modelo de financiación, por su estrecha vinculación al ciclo económico, y la necesidad de renovarlo". Mientras que en 2006, estos dos impuestos aportaron el 21% de los recursos del modelo, el año pasado este porcentaje se redujo hasta el 9%.

Preguntado por el estado de las negociaciones con el Gobierno, el consejero declaró: "Estamos en la que debería ser la fase final de estas negociaciones".

Castells también apuntó que la bajada de los ingresos "tendrá repercusión directa en el déficit, que estaba previsto en 470 millones, porque la contención para 2009 no puede compensar esta caída de ingresos". El consejero no descartó tomar "medidas adicionales" para reducir el prepuesto, pero por ahora ninguna de carácter fiscal.

Convergència i Unió, por su parte, defenderá, en el pleno del Parlament de mañana, un paquete de medidas de austeridad para que la Generalitat "pueda salir de la morosidad en la que se ha instalado". Por un lado, propondrá reducir el 25% siete partidas presupuestarias (entre ellas, publicaciones, estudios y propaganda), con lo cual estima un ahorro de 98 millones de euros. En segundo lugar, quiere que se reduzca el número de altos cargos y de personal eventual, hasta conseguir un ahorro de 7,5 millones.

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